Los pesquisas de Homicidios continuaban entrevistando ayer a los vecinos de 9 de Julio al 1.500, donde en la tarde del lunes fue encontrado en una casa deshabitada un cuerpo desmembrado. Por los primeros datos obtenidos a partir de la autopsia, creen que se trataría de un hombre.
La dificultad para establecer su sexo e identidad tiene que ver con el avanzado estado de descomposición que presentaba el cuerpo. Por ahora, las expectativas de los investigadores están centradas en los resultados de los exámenes practicados al cuerpo en la morgue del Poder Judicial.
Otro de los datos que surgió a partir de las pericias médicas, es que los restos no habrían sido incinerados, como se consideró en un primer momento.
A partir de ese dato, la principal expectativa es que se puedan extraer sus huellas dactilares para cotejarlas con las fichas de antecedentes que tiene la Policía.
Mientras tanto, continúan analizando las denuncias por desaparición de persona radicadas en las últimas semanas en diferentes sedes policiales de la Provincia.
El cuerpo es de una persona que, después de ser asesinada, fue seccionada en dos, colocado posiblemente en dos bolsas y arrojado al fondo de una casa deshabitada desde el exterior. Por el estado de descomposición que presentaba, la persona habría fallecido hace más de 10 días. Tendría entre 35 y 50 años.
Olor nauseabundo
El cuerpo fue encontrado por Francisco Gramajo, uno de los dueños de la casa que se encuentra deshabitada desde hace al menos tres años por encontrarse en pleno juicio de sucesión.
Gramajo tendría una huerta en el fondo de la propiedad y el lunes a la tarde se habría dirigido hasta allí para cosechar unas frutas, según contó su esposa, Isabel Gramajo.
La mujer explicó que, apenas su marido ingresó al lugar, un olor extraño en el jardín le llamó la atención. Siguiendo ese rastro descubrió que detrás de un arbusto había un cuerpo desmembrado, en avanzado estado de putrefacción. A los costados había dos bolsas de plástico conteniendo los miembros de la víctima.
Los pesquisas creen que los restos fueron arrojados desde afuera, posiblemente desde una casa vecina que también está deshabitada. Ninguna de las cerraduras del domicilio fue violentada.