FLORIDA.- Nikolas Cruz, el joven de 19 años que asesinó esta semana a 17 personas con un fusil en una escuela de Estados Unidos mostró en una historia subida a Snapchat el 28 de agosto de 2016 que se había cortado los brazos con un cuchillo y dijo que quería comprar un arma, de acuerdo a documentos oficiales obtenidos por diario Sun Sentinel.
El hecho, que se suma a los indicios sobre el estado mental del homicida múltiple se conoció este sábado, un día después de que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) reconoció haber recibido meses atrás dos pistas claves sobre Cruz y fallado en el protocolo, a pesar de lo cual su trabajo fue elogiado ayer por el presidente Donald Trump.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, dijo que había solicitado una revisión de los procedimientos del FBI tras el tiroteo, en el que murieron 14 estudiantes y tres empleados de la escuela.
También la policía de Broward, la localidad de Florida donde está el colegio atacado por Cruz, del que fue alumno, reveló que recibió al menos 20 llamadas en los últimos años con información del joven.
La publicación en la popular red social entre adolescentes es solo una muestra más de que era un joven problemático, destacó ayer el Sentinel, citado por la agencia Ansa.
Cruz fue acusado esta semana de asesinar a 17 personas en un tiroteo en Marjory Stoneman Douglas High School, una de las escuelas secundarias más grandes de Broward, Florida.
Según el reporte de Sun Sentinel, el episodio en Snapchat fue investigado por la Policía de Broward así como por el Departamento de Niños y Familias de la Florida (DCF).
El DCF abrió una investigación cuatro días después de que Cruz cumplió los 18 años, edad que le permitía comprar legalmente un fusil en Florida.
“Cruz tiene cortadas en ambos brazos y planea salir a comprar un arma. Se desconoce para qué la va a comprar”, dice el informe del DCF obtenido por el Sun Sentinel.
La entidad calificó en el reporte a Cruz como “un adulto vulnerable debido a una enfermedad mental” y lo llamó “presunta víctima” de negligencia médica y supervisión inadecuada”, de acuerdo al contenido de ese documento.
Sin embargo, se determinó que no representaba un “nivel de alto riesgo” pues el joven recibía apoyo en la escuela (de la que luego fue expulsado) y en el Henderson Mental Health de Broward, uno de los proveedores de salud mental más grandes de Broward. (Télam).