El deporte adaptado, mucho más que un pasatiempo

El deporte adaptado, mucho más que un pasatiempo

Una ley nacional y otra provincial garantizan la práctica de diferentes disciplinas para aquellos deportistas y equipos que no cuentan con los medios necesarios.

Gustavo Fernández, jugador profesional de tenis adaptado. LA GACETA / ARCHIVO Gustavo Fernández, jugador profesional de tenis adaptado. LA GACETA / ARCHIVO

Todos pueden practicarlos. No importa el sexo, la edad ni los condicionamientos físicos. Fútbol, tenis, basquetbol, rugby, natación, tenis de mesa, atletismo... La lista de deportes adaptados es extensa. Muchos se sorprenderían al observar el enorme abanico de posibilidades que tienen las personas con capacidades especiales para desarrollar una actividad física que no sólo les sirva como pasatiempo. Aquellos que se animen, hasta pueden trascender en competencias nacionales e internacionales.

Aunque a algunos les cueste aceptarlo, el deporte adaptado es deporte. Aquellos que los practican se preparan; compiten; festejan los éxitos y sufren por un resultado adverso, pero fundamentalmente disfrutan con lo que hacen. Argentina es uno de los países pioneros en el tema y su desarrollo fue creciendo con el paso de los años.

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El deporte adaptado es inclusivo. No hace diferencias. Todo el que quiere puede practicarlo. Nuestra provincia cuenta con diferentes entidades privadas que impulsan estas competencias. Otras cuentan con el respaldo de las propias federaciones y desde el gobierno se fomenta esta actividad en diferentes complejos deportivos de la provincia. En la capital, el complejo Belgrano es el epicentro de esa movida desde hace más 14 años.

Una ley nacional y otra provincial garantizan la práctica de diferentes disciplinas para aquellos deportistas y equipos que no cuentan con los medios necesarios. “Tenemos 14 sillas de ruedas gestionadas por la Secretaría de Deportes que las usan para la práctica de basquetbol, rugby y atletismo”, contó el profesor Marcos León, coordinador del área de discapacidad de la provincia, quien trabaja especialmente en la difusión de los deportes adaptados.

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Desde la secretaría a cargo de José Banegas se busca potenciar el deporte sin hacer distinción entre el tradicional y el adaptado. “La variedad de opciones es amplia. Muchos papás desconocen que tienen la posibilidad de volcar a sus hijos a esas disciplinas”, sostiene el responsable del área.

Tal vez sea necesario difundir más esas alternativas y de esa formar intentar convencer a los padres que pueden llevar a sus hijos para que vivan una experiencia diferente que puede cambiarles los hábitos de vida.

¿Es diferente el deporte adaptado?

Básicamente conserva la escencia del tradicional, con cambios que buscan facilitar su práctica a aquellos que sufren algún tipo de problema físico especialmente para los que deben desplazarse en sillas de ruedas o son no videntes. Cada disciplina tiene variantes. Todas buscan adaptarse a las necesidades de quienes las practican.

El Deporte les cambia la vida a muchos chicos. Les permite comprobar que no hay barreras físicas para hacer lo que les gusta. Y aquellos que tienen una mayor dedicación y se proponen metas elevadas, pueden hacer realidad esos sueños. “El tenis no es mi terapia. Es lo que elegí para desarrollarme completamente en la vida más allá de mi discapidad”, contó en una de las tantas notas realizadas en los últimos meses Gustavo Fernández. “Lobito” cosechó numerosos títulos, incluyendo varios torneos de Grand Slam, y llegó a ser el número uno del mundo en el tenis adaptado. Un ejemplo de perseverancia y esfuerzo. Un espejo donde muchos jóvenes pueden mirarse.

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