Gandur propone llamar a magistrados jubilados
El vocal de la Corte Suprema provincial presentó un proyecto a sus pares para adoptar un mecanismo similar al vigente en la Justicia Federal. La convocatoria de pasivos alcanzaría exclusivamente a documentos y locaciones, donde se prevé un aumento significativo de vacancias
La escasez de magistrados provinciales está incitando a la creatividad. No hay ninguna idea estrictamente nueva dando vueltas, sino la intención de aplicar en la provincia algunos métodos vigentes en la Nación, ámbito que desde hace décadas lidia con la proliferación de despachos judiciales vacantes. Así, mientras algunos legisladores se esmeran por reflotar los concursos múltiples (ver “Piden...”), Antonio Gandur, vocal de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, dio forma a una sugerencia de su par Antonio Estofán y propuso a sus colegas la posibilidad de cubrir transitoriamente algunas oficinas acéfalas mediante la convocatoria de jueces jubilados, como sucede en la Justicia Federal.
El proyecto, que está siendo estudiado por los vocales Daniel Posse (presidente), René Goane, Estofán y Claudia Sbdar, sería tratado en una reunión programada para el martes, junto a otra idea de Gandur para avanzar con la aplicación parcial del nuevo Código Procesal Penal: el debate oral de los pedidos de prisión preventiva y de sus apelaciones (ver “Los vocales...”).
En el caso de que avanzara la iniciativa de los jueces jubilados para la provincia, la convocatoria sólo alcanzaría a quienes se desempeñaron en el fuero civil, en especial en documentos y locaciones. La intención de empezar por ahí obedece a la perspectiva de que aumentarán las vacancias, justamente por la inminente jubilación con el beneficio del 82% móvil de varios magistrados de esa materia. En la capital, entre los que ya se fueron y los que se irían en el mediano plazo están Ana María Antún, jueza de Cobros y Apremios N°1; Ana Lucía Manca, vocal de la Sala II de Documentos y Locaciones; Juan Carlos Peral, Graciela López de Valverde y Tito Raúl Moreno, respectivos jueces N°3, N°1 y N°8 de Documentos y Locaciones. A ellos hay que añadir que Elda Aguilar, vocal de la Cámara de Documentos y Locaciones de Concepción, también inició los trámites para pasar al sector pasivo. Pero habría más bajas. Las últimas estadísticas disponibles indican que este fuero exhibe los mejores datos de productividad de los Tribunales.
En su presentación, Gandur citó la Ley 24.018, que dispone que los jueces jubilados en virtud de disposiciones específicas para el Poder Judicial de la Nación conservan el “estado judicial” y que, por ello, pueden ser llamados, como si formaran parte de una reserva, a ocupar el mismo cargo u otro de mayor jerarquía en forma temporal. Si la propuesta de Gandur prosperara, cosa que está por verse, los jueces retirados de la especialidad en cuestión podrían volver a trabajar -sin perder su beneficio previsional- y siempre que den su consentimiento. Los jubilados percibirían una remuneración por sus tareas, aunque esta sería una fracción de la de los jueces en funciones.
Aunque la Justicia Federal de Tucumán convoca regularmente a los magistrados pasivos, este mecanismo nunca ha sido aplicado en la esfera local. La posibilidad comenzó a cobrar cuerpo en los últimos días al trascender que 30 jueces, más del 10% del plantel, empezaron a tramitar sus jubilaciones entre finales de 2016 y finales de 2017. A ello se suma que hay 46 concursos en trámite en el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM), y que el Poder Ejecutivo acumula nueve ternas sin resolver y ya anunció que devolverá algunas porque se repiten los nombres. Ese cuadro delicado llevó a Edmundo Jiménez, ministro Fiscal, a expresar este lunes que había que tomar decisiones rápidas para revertirlo y, entre las opciones, mencionó el nombramiento de jueces precarios o subrogantes externos; la aceleración del proceso de preselección en el CAM y la convocatoria a los magistrados jubilados.