ACCIDENTES EN LAS RUTAS
Creo que a muchos de nosotros nos causa consternación tomar conocimiento de cada accidente de tránsito que, con inusitada frecuencia, ocurre en las calles y rutas del país. Pienso que muchos de ellos son consecuencia de la negligencia, la irresponsabilidad y/o la ignorancia de los conductores. Es evidente la gran cantidad de camionetas 4x4 y autos de alta gama que circulan por las rutas y que suelen aparecer en las crónicas policiales. Por estúpido que pueda parecer mi razonamiento, creo que el hecho de promocionar tantos elementos de seguridad en vehículos de alta gama por parte de las marcas, contribuye a equivocar a una gran mayoría de personas, en especial a inexpertos adolescentes, a quienes esta información les permite fantasear con la falsa idea de que están a cubierto de cualquier accidente. Esta errónea idea los estimula a manejar irresponsablemente, y es por eso que se permiten circular a cualquier velocidad y ejecutar peligrosas maniobras de sobre paso en las rutas, sin respetar señalizaciones ni restricciones de adelantarse como establece la doble línea amarilla. Ante tantos irresponsables, quizá fuera conducente que las fábricas de automóviles hicieran propaganda en contra de todos los dispositivos de seguridad, advirtiendo al conductor que si viaja a más de 130 km/h, aun contando con todos ellos, cualquier choque puede resultar fatal para los pasajeros. De más está decir que, muchas veces, uno de los dos vehículos es víctima de algún irresponsable que quiso adelantarse en el sobrepaso.
Humberto Hugo D’Andrea
PRIVILEGIOS POLÍTICOS
Como todos los años, esta es la época en que gobernantes, funcionarios y legisladores van a gozar de sus vacaciones a los centros turísticos más renombrados, especialmente fuera del país, con sus playas, hoteles de lujo y todo lo demás. A esta altura es indudable que todos ellos, políticos y burócratas, forman parte de un circulo privilegiado donde los recursos y los beneficios están siempre a disposición, ya que por su status no pueden privarse de nada. En el otro extremo, tenemos a los miles de comprovincianos indigentes, que durante el verano solo ven multiplicadas sus penurias por el calor y el hacinamiento en sus casillas de chapa y madera, viviendo en condiciones que nos cuesta imaginar. Así están las cosas en nuestra pobre y maltratada provincia.
Miguel Argañaraz
TRÁNSITO TUCUMANO
Viendo el previsible resultado del cambio de dirección en algunas calles de la ciudad, deduzco que todas las calamidades que sufren nuestros ciudadanos se deben a la obvia falta de idoneidad de los responsables del municipio capitalino. Sin entender tanto “empecinamiento terapéutico” para generar más complicaciones, remarcada por infinitas quejas publicadas, cuesta entender los objetivos buscados. Pareciera ser que, de la noche a la mañana, un grupo de funcionarios decidió que los tucumanos no tenemos que dirigirnos al centro, sólo debemos salir de él. Ello sin entrar a considerar el inmenso daño económico que le están ocasionando a empresas, cocheras, comercios y ciudadanos, al transformar vías de circulación en estacionamientos clandestinos de motos que ingresan contramano, o playas para vendedores ambulantes que colonizan cuanto espacio exista, a costa de impedir la circulación y generar basurales en la otrora mejor zona comercial de la ciudad. El ejido urbano, diagramado cuidadosamente por grandes urbanistas europeos que lo plasmaron en todo el mundo, viene sufriendo alteraciones graves, como el cambio de sentido de circulación sin ninguna razón de peso que lo amerite. Calles cuyo sentido se alteró agravaron todos los problemas. Se gastaron millones en túneles para conectar la ciudad y uno de ellos sólo conduce al infierno, ya que se trasladó el embotellamiento de calle Salta a Catamarca, donde no hay guarderías ni escape. Calles angostas se eligieron para conducir enormes unidades de transporte público, que circulan y estacionan donde les place sin control. Se hicieron peatonales sin sentido, como Congreso primera cuadra, que sólo agravan las cosas. Funcionarios que estacionan donde quieren, Contenedores de basura o lomos de burro que entorpecen la circulación, semáforos regulados sin criterio, falta de aprovechamiento de vías secundarias. Prohibición de giro en avenidas, encauzando forzosamente el tráfico a calles de circulación complicada, y guarderías que quedaron en calles donde es casi imposible llegar, dan como resultado pocas calles para circular, que obviamente viven saturadas de vehículos. Párrafo aparte merecen los edificios abandonados, pérdidas de aguas servidas, grafitis, basura, mugre e inseguridad que sufrimos todos, e invitan a cualquiera a irse rápido de esta tortura. Lamentable, en la provincia con mayores impuestos.
Pablo Cotella
Inseguridad y Estado ausente
Hablar de inseguridad es hablar de vida o de muerte porque cientos de personas están perdiendo la vida por una inacción del Estado. Tucumán sigue a la vanguardia en inseguridad: el martes último, dos policías fueron acribillados en el parque 9 de Julio. La comunidad está cansada de la inseguridad y descarga su indignación en un Estado ausente. Para lograr buenos resultados en la política y en la gestión pública, se requieren gobernantes y funcionarios que hayan interiorizado los valores éticos y posean una conducta íntegra. Las instituciones son una creación humana, evolucionan y son alteradas por humanos. Una de las causas que ha provocado la desconfianza en las instituciones públicas es la ausencia de principios y valores éticos, lo que da pie al incremento de vicios como la corrupción, el abuso de autoridad, el tráfico de influencias, etcétera. La provincia se enfrenta a una crisis de inseguridad sin precedentes. El gobernador, Juan Manzur, aceptó que el panorama es complicado, respaldó la tarea policial y consideró que es la Justicia quien tiene que actuar. Es fundamental que los servidores públicos cuenten con un marco ético que les sirva de guía en sus decisiones. La combinación de esos elementos ayuda a fortalecer las medidas en apoyo de la seguridad humana. La aplicación de este concepto requiere una evaluación de las inseguridades humanas, planteo que ayuda a centrar la atención en las amenazas a la seguridad y al bienestar de las personas.
Julio A. Gómez
TARTAMUDOS
Cuenta Héctor Benedetti que cuando despuntaba la década del ‘30, Luis Rubistein escribió una letra para el tango instrumental “6a. del R. 2”. Su autor, el violinista Peregrino Paulos, había fallecido en 1921. El tango dejó ese curioso título (que significaba “Sexta Compañía del Regimiento Dos de Infantería”) para llamarse de ahí en más “Inspiración”. Un éxito. Rubistein buscó a Agustín Magaldi para que hiciera la versión cantada. El cantante ya le había grabado los tangos “Nieblas” y “Melancolía”, pero autor e intérprete no se conocían personalmente. Rubistein y Magaldi eran tartamudos cuando se ponían nerviosos. Cuando se encontraron en una casa de música del barrio de Flores los nervios se apoderaron de Rubistein. “Se... se... señor Ma... Ma... Magaldi: a... a... aquí le...”. El cantante, que pensó que lo estaban cargando, protestó: “An... an... andate a... a... la pu... pu... que te...”. Rubistein y Magaldi se hicieron grandes amigos. El cantante le grabó cuatro temas. El registro que hiciera de “Inspiración” data de 1931, y fue editado en el disco Brunswick N° 1646, lado A.
Luis Salvador Gallucci
LA METODOLOGÍA DE MACRI
Desde que asumió el gobierno -hace más de dos años-, la mayor parte de las medidas que tomó fueron casi siempre sin informar a su pueblo minuciosamente Así como sucedió con el campo, sin tomar recaudos, ni un análisis acorde a la importante medida que iba a tomar, les informó que desde ese momento las retenciones serían del 0%. El presidente, Mauricio Macri, no sabe comprender, ya que dado lo que vive nuestro país, todo debe ser estudiado, y cuando el resultado sea positivo, su obligación es informar. La corta historia de Macri no deja dudas: primero pergeña, y después aplica, lo que genera serias dudas y descontentos por su peculiar manera de hacer o prometer, sin dejar de tener en cuenta que cuando el Presidente promete y se compromete, y después de eso incumple o da un paso o dos atrás, no es lo mejor que le puede pasar. Transparencia y tener certezas cuando se tomen medidas, que no las deben pagar los que menos tienen. Esto es repudiable e inaceptable. Justicia social sería que los jubilados cobren por encima de la línea de pobreza. El Presidente sabe bien de esta situación, pero con su omnipotencia de hombre rico mira para otro lado. Macri debe hablar la verdad, decir la cosas como son, y no como él cree que la ven los argentinos. Todo es un engaño; a nadie engaña. Lo cierto es que nuestra economía no camina, se arrastra, ciega y sin rumbo. ¿Macri podría explicar cuál es realmente la situación económica? ¿Podría explicar a cuánto asciende la deuda externa y bajo qué condiciones de obligaciones y pagos? No dudo que si tendría 0,05% de dignidad, moral y transparencia les diría la verdad a los argentinos, la verdad de lo que estamos viviendo. Hoy, como siempre, a lo más debemos temer de estos cuestionados estadistas, no es todo lo que dicen prometen y se comprometen, si no todo lo que callan. Lo único cierto es que oscuros nubarrones cubren nuestros cielos, mientras el cerco se cierra.
Héctor Leonardo Bravo