Una reunión con amigos se transformó, en cuestión de minutos, en un robo comando con toma de rehenes en una casa de la calle Rivadavia al 1.500, en Villa 9 de Julio, en la capital.
Según contó Álvaro Frías, de 23 años, ayer a la noche invitó a unos amigos a su domicilio para tomar unas cervezas. Mientras ellos estaban en el jardín, sus dos hermanos, de 17 y 18 años, dormían en las habitaciones de arriba. Sin embargo, cerca de las 2, la jornada se vio interrumpida por tres hombres que salieron del interior de la vivienda y los apuntaron con armas de fuego. “Al principio pensé que era una broma de mis amigos, luego me di cuenta de que nos estaban robando”, dijo.
Según el testimonio del joven, los tres asaltantes ataron a sus amigos y los llevaron dentro de la casa, donde estaban tres hombres más, quienes habían atado a sus hermanos en su dormitorio. “No pararon de golpearme mientras me exigían la plata”, relató, y añadió que “los asaltantes actuaban de modo profesional” ya que “se notaba que no estaban nerviosos y que no habían consumido ninguna sustancia”.
Frías explicó que sus padres se encontraban de vacaciones en Brasil.
Los hermanos contaron que los asaltantes se comportaron “con extrema violencia”. Frías relató con angustia que su hermano de 18 años padece de discapacidad y que los hombres se aprovecharon de eso para amenazarlo: “calentaron una plancha y nos decían que le iban a quemar la cara si no les dábamos dólares”, manifestó el hermano mayor, quien aseguró que tras intentar alejarlos de su hermano terminó recibiendo patadas, que fue obligado a tomar agua del inodoro y que además amenazaron con cortarle los dedos. “Yo lo único que quería era que no le pase nada, les dije que se lleven lo que quieran, fue una pesadilla”, dijo.
Luego de las amenazas, los hombres recorrieron habitación por habitación, revolviendo todos los armarios hasta que dieron con una bolsa con dinero que pertenecía a la madre de los chicos. Según explicó el menor de los hermanos, sus padres vendieron un auto y sacaron un préstamo bancario con el fin de comprar uno nuevo, pero dijo que ellos no sabían que esa plata estaba en la casa.
Frías calculó que el total de lo robado alcanza los $300.000. Junto con siete celulares, una Play Station 3 y ropa.
Hipótesis
El hermano mayor manifestó que su familia sospecha que se trató de una entregada y también que estarían frente a un grupo de “ladrones profesionales”, ya que ingresaron por la puerta de entrada sin forzar la cerradura, y que manejaban datos íntimos de la familia. “Preguntaron por mi perra, que murió hace días, sabían que juego al rugby y donde, también de la carrera que estudio”, dijo indignado el hermano menor.
También sospechan que la banda que los asaltó fue la misma que robo al odontólogo Horacio Lemme el viernes anterior, en su consultorio, ubicado a media cuadra de los Frías.