“Estamos trabajando para que todos los bancos pidan los mismos requisitos”, aseguró Iván Kerr
El funcionario nacional reveló que, junto con el Banco Central, se está diseñando un sistema de estandarización de procesos, con el fin de que los potenciales adjudicatarios del programa no pierdan tiempo en trámites en las entidades financieras. Qué deben hacer los institutos provinciales.
“¿Cuánto pagas la cuota?¿Te gusta la casa? ¡Ya tienes tus llaves! ¿Quiénes vivirán junto a ustedes?” La batería de preguntas de Iván Kerr dejó perplejo al joven matrimonio. Él sólo atinó a contestar que una perrita también vivirá en esa casa de Yerba Buena, construida en el marco del plan Procrear. Kerr, el presidente del programa, recorrió la vivienda y se paró frente al asador.
Miró, de manera cómplice, al secretario de Vivienda de la Nación, Domingo Amaya, y un colaborador se animó a pronunciar esa frase: “para cuándo el asado”. “El presidente (Mauricio Macri) ha tenido la decisión de volver a recuperar el crédito hipotecario, con la creación de la UVA, y hacerlo más accesible para muchísimos argentinos”, dijo el presidente del Procrear durante la entrevista concedida a LA GACETA, luego de la entrega de unidades del Plan en Yerba Buena.
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-¿En qué situación se encuentra hoy el déficit habitacional?
-La Argentina tenía el peor ingreso a nivel de crédito hipotecario de la región y la verdad que los países que han logrado combatir el déficit habitacional eficientemente tienen muy buen acceso al crédito hipotecario, al presupuesto del Estado para construir viviendas. Pero el Estado tiene un presupuesto para construir 30.000 o 40.000 viviendas al año y el déficit de la población crece año tras año; necesitas 200.000 casas por año.
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La manera de poder hallar soluciones es que el Estado se concentre en construir viviendas sociales para los más vulnerables y aplicar políticas que para todo este sector (familias de Procrear) pueda acceder al crédito hipotecario. El año pasado terminó con 65.000 operaciones de crédito concertadas, que fue el nivel récord de la cantidad de créditos hipotecario. Para este año tenemos el desafío de mantener ese nivel de acceso y superarlo.
-¿Cuándo se abrirán las inscripciones para el Procrear?
-Cuando eso suceda, vamos a darlas a conocer por todos los medios. El año pasado seleccionamos 140.000 y esperamos que en este repitamos la cantidad. Hicimos varias selecciones varios sistemas. Hoy está abierta la inscripción de los distintos desarrollos urbanísticos del programa para que la gente pueda con un crédito comprar la casa, como esta de Yerba Buena. Tenemos cerca de 20.000 viviendas en todo el país y la planificación para este año es poder entregar 7.000 de ese total.
-¿Plazos?
-Todavía no hay plazos. Acabamos de cerrar. El 29 de diciembre más o menos comunicamos los 40.000 de Ahorro Joven que empiezan ahora a generar su ahorro en UVA por 12 meses para acceder al crédito. Vamos a ir monitoreando cómo se comporta eso, cuántos de esos 40.000 perfeccionan un contrato y abren un plazo fijo en UVA y eso nos va a dar un poco la pauta del presupuesto que tenemos y cuantas aperturas más podemos hacer durante el año.
-¿Cuál es el valor de la cuota?
-El promedio de escrituración para Procrear está en $ 1,3 millón. La gente está pagando una cuota cercana a los $ 5.500 respecto del ingreso promedio. Como la cuota no puede representar más que el 25%, eso te da que el ingreso es de casi $ 24.000. La relación cuota-ingreso está más baja que lo que el programa permite (promedio del 20%) y el plazo es de 19 años; antes era 15 años, y ahora aumentó con la incorporación del Banco Nación con los créditos a 30 años.
-¿Cómo está hoy la operatoria?
-Teníamos muchas familias buscando propiedades que se seleccionaron durante 2017 (90.000) para el programa de compra, que fue lo que más éxito tuvo. Lo que la gente nos dice es dame el crédito que yo me compro mi vivienda. Y les vencía el plazo de seis meses para utilizar el beneficio, que es un subsidio, porque si la persona no lo utiliza, el crédito se le da a otro. Ese plazo vencía el 7 de este mes y con el aumento del dólar, muchos se vieron perjudicados. Entonces se les aumentó la cantidad de pesos que necesitaban para comprar una vivienda.
Prorrogamos los plazos por 45 días más hasta fines de marzo para que puedan concretar una operación de crédito, aumentamos los montos máximos de los créditos, hicimos la primera inscripción en $ 1,6 millón; luego del aumento del dólar en junio, lo llevamos a $ 2 millones y ahora lo aumentamos a $ 2,3 millones.
Ese es, proporcionalmente, el aumento que ha tenido el dólar y la UVA en estos últimos meses. Lo otro que hemos hecho, como el subsidio de Procrear es cruzado (a menor crédito, mayor subsidio), aumentamos los pisos que estaban en $ 1,2 millón y el subsidio máximo de $ 400.000 para familias con hijos, lo aumentamos a $ 1,4 millón. Eso significará que más familias se van a poder llevar el máximo de subsidios que da el programa.
-¿Cómo accionan los bancos respecto del boom de créditos hipotecarios?
-Este año se sumaron más entidades al programa con un poco de expectativas sin saber mucho cómo iba a ser; la verdad que nos colapsó la cantidad de demanda que hubo. Lo que estamos trabajando, es en cómo podemos sistematizar los procesos, acortarlos, hacer algo que sea bien pragmático. Estamos trabajando con el Banco Central en que todos los bancos pidan los mismos requisitos, monitorear de que los plazos sean más o menos los mismos. No puede ser que uno complete un crédito en 30 días y otro en nueve meses, tenemos que estandarizar los procesos.
En el caso del Banco Nación, que casi tiene el 40% de los créditos del Procrear, nos reuniremos con el presidente el 14 para evaluar cómo se puede mejorar los procesos dentro del banco. Tenemos que lograr que la sucursal tenga la menor incidencia en la gestión de la carpeta, que una persona pueda decir fui seleccionado en el Procrear, entro por internet, mando mi recibo de sueldo, los documentos de mi familia, todo lo que me pidan, hago un legajo electrónico y mandan al tasador. Recién cuando me dicen “está todo OK”, voy al banco a firmar los papeles. Se pierde muchísimo tiempo que la persona vaya un día saque un turno, haga cola y entregue la documentación, y a veces le dicen que falta un papel.
-¿Qué deben hacer las provincias con los planes de viviendas?
-La verdad es que los institutos tienen que cambiar, ya en el pacto fiscal se han comprometido a utilizar el Fonavi, que es una cartera importantísima que tienen de libre disponibilidad. Es cerca de un tercio de la inversión que el Estado hace en viviendas lo que va en transferencia directa a las provincias desde 2001. Cómo lo utilizan es muy importante.
Tenemos que apuntar a que vaya a lo de los menores ingresos; eso tampoco sucede. Hay que apuntar al sistema que estamos construyendo, de base única de beneficiarios, para que sea transparente, que no tengan propiedad, que no se anote uno que fue beneficiario de una casa en Salta, la venda y luego se anote en Tucumán y reciba otra vivienda. Un dato final: dos tercios del déficit habitacional es cualitativo, o sea, que lo que se necesita es mejorar barrios y su infraestructura.
Si toda la política de Estado era construir sólo viviendas, difícil que impacte en el déficit porque hay dos tercios que necesitan otro tipo de solución. Bueno ahí también tienen que ajustarse los institutos de viviendas y tener programas destinados a la demanda y no a la oferta. También es déficit habitacional la falta de cloacas, de agua potable y de infraestructura, que no tiene el mismo costo que la vivienda. Si miras para atrás la política fue cuantitativa, la de construir viviendas, que es la más cara y, además, que se entrega mal por corrupción. La política (habitacional estatal) tiene que ser fruto de la organización de un barrio para los más vulnerables, pero esa no puede ser la solución para un sector de clase media que tiene un empleo formal. A esta última franja hay que facilitarle el acceso al crédito hipotecario.