El sistema de traslado de pasajeros desde el aeropuerto hacia el centro tucumano abrió un debate que apunta a mejorar la calidad y la seguridad del servicio. El tema tiene varias aristas a tener en cuenta; por esa razón, el esquema se mueve en dos planos: administrativo y operativo.
Ayer, alrededor de las 10, el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria colocó varios conos de color naranja sobre el asfalto. El típico movimiento para comenzar un control se desplegó entre la zona del peaje (ingreso al aeropuerto Benjamín Matienzo) y el estacionamiento vehicular. A un costado del camino, en otro móvil oficial, se estacionó un grupo de empleados de la Dirección de Transporte de la provincia.
El operativo, que duró hasta antes del mediodía, se realizó tras la publicación de LA GACETA sobre el sistema de traslado de pasajeros desde la estación aérea hasta el centro. La polémica surgió por la falta de controles en los autos particulares que prestan ese servicio. La mayoría de los vehículos no tiene ningún tipo de identificación otorgada por el organismo estatal que regula el transporte.
El aeropuerto creció pero el traslado de pasajeros hasta el centro sigue siendo ilegal
Cada vez que llega un vuelo internacional, los choferes se aglomeran en la puerta de “Arribos” para intentar cazar pasajeros que necesitan trasladarse hacia el centro tucumano. Actualmente, ese trayecto tiene un costo de $ 220.
En este sentido, Enrique Romero, subsecretario de Tránsito y Transporte de la Municipalidad de la capital, definió como una vergüenza el sistema actual de prestación del servicio. El funcionario municipal remarcó que con la envergadura que comenzó a tener el aeropuerto de Tucumán no puede mantenerse esa metodología en la que los choferes ofrecen “autos” como si estuvieran vendiendo pantalones en un local comercial.
Este es uno de los aspectos que más molesta en el área del Ente Tucumán Turismo. La estación aérea es la puerta de entrada de los visitantes que aumentaron con las rutas Tucumán-Lima y Tucumán-Santiago de Chile y con los vuelos “low cost”.
“Es una vergüenza que un aeropuerto internacional no tenga regulado el servicio de transporte"
Otro aspecto que fue advertido por el subdirector de la Policía Vial, Mauricio Álvarez, es el tema del carnet de conducir. Dijo que la habilitación para trasladar pasajeros debe ser de categoría D1, idéntica a la que se exige a los choferes de taxis. Eso implica una mayor rigurosidad y condiciones a cumplir para la obtención del carnet.
Reuniones oficiales
En cuanto a lo administrativo, Francisco Suanzes, representante de la línea 124, confirmó a LA GACETA que la Dirección de Transporte de la Provincia comenzó una serie de reuniones con los empresarios de ómnibus que van al aeropuerto. El objetivo es aceitar la prestación del servicio de ómnibus en el aeropuerto. “Estamos cumpliendo los servicios entre tres empresas con diferentes horarios, están 121, 122 y 124 -detalló-; pero a su vez se está tratando el tema en la Dirección de Transporte de hacer algunas modificaciones para mejorar al servicio (de 5 a 23 horas) y estamos en pleno tratamiento”, resaltó.
“Quieren poner más servicios, porque hay nuevos vuelos y cubrir sobre todo los horarios de arribos y partida de aviones -explicó Suanzes-, porque en cuanto al personal que trabaja en el aeropuerto está cubierto; al agregarse vuelos hay que ajustar los horarios de las empresas”, insistió.