Ariel Salazar, el piloto del parapente del que cayó la médica tucumana Natalia Vargas el 29 de diciembre último, fue detenido esta tarde por orden de la Justicia.
Los testimonios y las pruebas en poder de la Justicia complicaron la situación procesal de Salazar, principal imputado en la causa, que fue calificada como “homicidio culposo”. El caso es llevado por el fiscal Diego López Ávila. En tanto la detención se llevó a cabo por personal de la División de Homicidios a cargo de los comisarios Jorge Dib y Daniel Bernachi.
La investigación se encaminó a determinar si hubo algún tipo de omisión del piloto, como no controlar si Natalia estaba asegurada de forma correcta antes del despegue, en la pista de Loma Bola, en San Javier.
También se concretó un allanamiento en la casa de Salazar y se tomaron declaraciones a los amigos de la joven, los que habrían hecho hincapié en que hubo negligencia por parte de Salazar y en la responsabilidad de la empresa, según trascendió.
Los allegados a la muchacha pusieron a disposición de la Justicia videos en los que se advirtió que la médica no tenía colocadas las perneras de seguridad (que sujetan las piernas) antes de iniciar el viaje.