El presidente de Industriales PyME Argentinos (IPA), Daniel Rosato, alertó que las empresas industriales podrían “reducir su personal para hacer frente al pago del servicio eléctrico”.
Desde el IPA indicaron que las PyME tuvieron pérdidas millonarias por falta de producción que afrontaron durante el actual período estival como consecuencia de las deficiencias en el servicio de energía eléctrica en combinación con los ajustes tarifarios.
Rosato observó que hubo “una ausencia de inversiones por parte de las distribuidoras en las redes de baja y media tensión, que proveyeron servicio deficiente o directamente dejaron sin energía eléctrica a las PyME”.
Según un informe técnico generado por el IPA, la demanda residencial a nivel nacional cayó un 2,3% interanual, y a pesar de temperaturas más bajas que en 2016, el año pasado se registraron aumentos del 63% en la cantidad de usuarios afectados por deficiencias en el servicio eléctrico, que además son penados con un 10% de interés ante el atraso del pago por un día de la factura correspondiente.
Congelamiento de tarifas
El titular del IPA pidió a las empresas distribuidoras de energía eléctricas congelar las tarifas hasta que realicen las inversiones y éstas tengan los resultados que se correspondan con los aumentos interpuestos hasta la actualidad, para que las fábricas puedan funcionar porque la energía más cara es la que se paga y llega de manera deficiente o directamente no llega.
“En el IPA estamos recibiendo una gran cantidad de casos en donde la falta de energía eléctrica generó descalabros en las finanzas de las empresas, que perdieron producciones, no pudieron cumplir con compromisos de ventas, y que además debieron hacerle frente a los aumentos que en el término de dos años superaron el 800%”, enfatizó Rosato.
Entre los casos está el de Nicolás Santos que es cliente de Edesur, dueño de una PyME electrointensiva que produce hilados sintéticos de nylon y consume 2,5 megavatios de electricidad.
Entre diciembre y lo que va de enero sufrió 32 cortes en su producción por fallas en la energía, que le provocaron pérdidas cuantiosas debido a que su fábrica es de funcionamiento continuo. “Tuvimos siete cortes totales y 25 caídas de tensión eléctrica. Cada vez que sucedió uno de los 32 episodios, se generaron desperdicios de la materia prima. Esas pérdidas no tienen reintegro de parte de nadie, son todos costos que salen del bolsillo de la empresa y no son a favor de nadie”, detalló el empresario.
En este sentido, el director y economista del IPA Federico Vaccarezza, destacó que el problema en Argentina no viene en la fase de producción de energía eléctrica, sino en la distribución media y baja tensión, que es donde se necesitan inversiones urgentes para evitar los cuellos de botella en la transmisión. “A pesar de una menor temperatura, la distribuidora y comercializadora de electricidad Edesur registró un aumento del 63% en la cantidad de usuarios totales afectados en el mes de diciembre de 2017 respecto de diciembre de 2016”, señaló. Y agregó: “sin embargo, el promedio de usuarios diarios sin servicio se incrementó un 68%”.
Asimismo, recordó que “Cammesa ya le había le recomendado en agosto 2017 al Ministerio de Energía obras ‘urgentes’ para transportar la nueva oferta que se incorpora al SADI, so pena de evitar el colapso de la red en el GBA”.
En la actualidad, el Estado nacional está en proceso de licitación de nueve líneas de transmisión, una estación transformadora (E.T.) y la adecuación de otra E.T., en un proyecto que en dos o tres años incrementaría en un 20% la extensión de las redes de alta tensión que actualmente es de 14.763 kilómetros, concluyó. (Télam)