Que San Martín no haya logrado afianzarse como candidato en la Primera B Nacional fue por culpa de una serie de factores que conspiraron de manera tajante contra la gran causa.
El equipo nunca logró rendir como tal. Tuvo muchos altibajos en su juego, se mostró muy poco incisivo en los metros finales y, en algunos pasajes del torneo, puso de manifiesto cierta fragilidad defensiva. Pero hubo un punto que quizás pasó inadvertido: muchos jugadores clave en la estructura del equipo no pudieron encontrar su mejor nivel.
Quizás haya sido producto de que el equipo no logró amalgamarse; o también pudo haber sido al revés: el conjunto no pudo explotar debido a que las piezas nunca pudieron aportar calidad.
“Queremos potenciar a un plantel que tiene muy buen nivel. Hay que sacar lo mejor de cada jugador, de esa manera podremos lograr los objetivos que nos tracemos.” Las palabras que Rubén Forestello formuló a poco de haber firmado su contrato con San Martín reflejan qué es lo que él pretende y lo que necesita en esta parte del torneo.
Por eso, con respecto a ese tema, el entrenador tendrá una misión extra, además de encauzar el rumbo futbolístico del “Santo” para poder estar en la lucha por uno de los cupos para jugar la próxima temporada de la Superliga.
Matías García, Juan Galeano y Gonzalo Rodríguez fueron dos jugadores fundamentales para el “Santo” durante la anterior temporada de la Primera B Nacional. Fueron de gran valor para que el equipo pueda redondear una buena campaña.
A ellos se les suman Claudio Bieler y Walter Busse, dos jugadores importantes, que pueden aportar mucho.