Natasha Banegas es una de las chicas trans que, tal como ella explica, ofrece servicios sexuales en la esquina de Crisóstomo Álvarez y Moreno. Tiene 22 años y hace cuatro que trabaja en esa zona de barrio Sur de la capital. Allí, durante la madrugada de ayer, recibió cinco disparos por parte de dos desconocidos.
Natasha creció en el barrio Juan XXIII, conocido como “La Bombilla”, y se mudó a zona sur de San Miguel de Tucumán una vez que alcanzó la mayoría de edad.
Desde que cumplió 18, todas las noches, alrededor de las 2 de la mañana, Natasha se dirige en taxi desde su casa en la calle Ayacucho al 900 hasta esa esquina para comenzar con lo ella denomina su “jornada de trabajo”.
En una entrevista telefónica con LA GACETA, Banegas contó desde el hospital Centro de Salud que cerca de las 1.30 llegó acompañada de otras tres mujeres trans a la esquina y minutos después de bajar del taxi, una moto conducida por dos hombres frenó junto al grupo y preguntaron por ella. Según Natasha, se trataba de una situación habitual en su actividad.
Una vez que se identificó, los hombres sacaron armas de fuego, apuntaron a sus piernas y le dispararon siete veces. Cinco balazos la impactaron, según el testimonio de Banegas y de las otras mujeres trans, quienes no quisieron ser identificadas por miedo a represalias. “No hirieron a ninguna de las otras chicas, me estaban buscando a mí” enfatizó Natasha.
La víctima fue trasladada en ambulancia hasta el centro asistencial, donde permanece internada.
Según informó Jorge Salomón, responsable del Departamento de Emergencias, Natasha se encontraba estable e iba a ser trasladada a una sala de menor urgencia.
El medico explicó que la joven trans estaba a la espera de una cirugía que determinará si podrá o no volver a caminar.
Sobre la base del informe médico, Banegas presentó cuatro heridas de bala en sus piernas y una quinta en la mano izquierda. Ingresó con fractura de fémur y de peroné a causa de los disparos, además de otras heridas ocasionadas por golpes. Ninguna lesión representa una amenaza para su salud.
Posibles enemistades
Rolando Singh, amigo de la víctima y dueño de un bar ubicado en el El Bajo, donde da trabajo a chicas trans en labores de meseras y sirviendo tragos, contó que el día anterior a que Natasha fuera atacada, ella llegó golpeada a su local y dijo que otra de las chicas trans, quien se hace llamar Ximena, le había pegado y la había amenazado.
Rolando habló de un supuesto conflicto en la comunidad trans a causa de una disputa por el manejo de la zona. “Desde que fue presa la mujer que manejaba todas las chicas trans, empezó un movimiento de empoderamiento de algunas de las jóvenes para ocupar su lugar. Esta chica (Ximena) las está queriendo manejar, lo que lleva a peleas y amenazas entre las chicas. Les cobra por estar en la calle y, muchas veces, les quita la ropa y las carteras”, añadió.
Rolando, de 46 años, contó que hace 20 años trabaja con el movimiento trans. Es dueño de un pub para la inserción laboral de las mujeres y niñas trans en otros ámbitos que no sea el trabajo sexual.
El hombre aseguró que desde que empezó con el pub se convirtió en un referente para las jóvenes. Indicó que “les da trabajo y contención para poder sacarlas de las calles”.
Singh remarcó que efectuó una denuncia por el supuesto ataque ocurrido en la madrugada de ayer contra Natasha. El comerciante expresó que viene realizando múltiples denuncias respecto de las amenazas y los golpes que reciben las chicas dentro y fuera del trabajo. “Muchas se hieren entre ellas, hay rivalidades entre los grupos, sobre todo, con las de otras zonas, principalmente las que trabajan en la Mate de Luna y Ejército del Norte”, enfatizó.
Un caso resonante
El 13 de agosto del año pasado asesinaron a golpes a una mujer trans detrás de las tribunas del club deportivo Lawn Tennis, ubicado en el parque 9 de Julio.
La víctima, identificada como Ayelén Gómez, tenia 31 años y fue reconocida por su madre, quien mencionó que había una enemistad con otra chica de la comunidad.
La mujer contó que no veía a su hija desde hacía días, cuando había salido de la casa donde vivía, ubicada en Ranchillos. Le había dicho que se iba a encontrar en la capital con una tal “Marcela”.
Fuentes del caso informaron a LA GACETA que el cuerpo fue hallado por los porteros del club cuando estaban colocando un cartel publicitario antes de un partido. Según explicaron, la mujer yacía desnuda en el pasto, con su ropa esparcida por el lugar, y presentaba signos de haber sido brutalmente golpeada.