15 Enero 2018
INVESTIGACIÓN. La pareja tenía una relación conflictiva y habían peleado en Nochebuena.
Pasan los días y se van conociendo los detalles acerca de la muerte de Fernando Pastorizzo, el joven asesinado por su novia, Nahir Galarza, en Entre Ríos. Ahora se conoció el testimonio del remisero que halló al joven.
El hombre vio a la víctima tirada en el suelo, al lado de su moto, en la madrugada del 29 de diciembre. Según explicó, estaba agonizando pero todavía estaba vivo. Creyó que se había tratado de un accidente, y llamó a un patrullero y a una ambulancia.
“Tenía mucha sangre en la cara. Le toman el pulso y pregunto si está vivo. Me dicen que sí. Pensé que se había caído o golpeado. Ni la policía, ni los médicos ni yo le vimos sangre en el pecho ni nada, solo tenia sangre en la cara”, contó el remisero.
De acuerdo a su relato, cerca de allí había un vecino barriendo la vereda y otro sacando la basura, pero ninguno se acercó, y tampoco la ambulancia llegó rápido: “tardaron 20 minutos”.
La muerte de Fernando fue confirmada por el médico forense a la Policía: la víctima ya tenía las pupilas dilatadas, la sangre coagulada y estaba frío, no había forma de salvarlo. Ahí le tomaron la primera declaración al remisero, quien luego volvió a subir a su auto y siguió con el viaje que estaba realizando.
Cuando llegó a la remisería estaba la Policía esperándolo para que amplíe su denuncia en la Comisaría. Para ese entonces, se sabía que Fernando no se había accidentado: Nahir Galarza, había confesado ser la autora de los dos disparos que terminaron con su vida.
El hombre vio a la víctima tirada en el suelo, al lado de su moto, en la madrugada del 29 de diciembre. Según explicó, estaba agonizando pero todavía estaba vivo. Creyó que se había tratado de un accidente, y llamó a un patrullero y a una ambulancia.
“Tenía mucha sangre en la cara. Le toman el pulso y pregunto si está vivo. Me dicen que sí. Pensé que se había caído o golpeado. Ni la policía, ni los médicos ni yo le vimos sangre en el pecho ni nada, solo tenia sangre en la cara”, contó el remisero.
De acuerdo a su relato, cerca de allí había un vecino barriendo la vereda y otro sacando la basura, pero ninguno se acercó, y tampoco la ambulancia llegó rápido: “tardaron 20 minutos”.
La muerte de Fernando fue confirmada por el médico forense a la Policía: la víctima ya tenía las pupilas dilatadas, la sangre coagulada y estaba frío, no había forma de salvarlo. Ahí le tomaron la primera declaración al remisero, quien luego volvió a subir a su auto y siguió con el viaje que estaba realizando.
Cuando llegó a la remisería estaba la Policía esperándolo para que amplíe su denuncia en la Comisaría. Para ese entonces, se sabía que Fernando no se había accidentado: Nahir Galarza, había confesado ser la autora de los dos disparos que terminaron con su vida.
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