“Me hizo acordar al viaje a Quito, pero más tranquilo porque si acá no llegábamos no pasaba nada”, fue la frase que mejor graficó la jornada del sábado para Atlético. El autor es Luis Rodríguez, que se fue sin goles el viernes en Salta pero anoche le anotó uno al grabador de voz. Es que de las 16 horas que la delegación “decana” pasó despierta ayer, ocho estuvo en el aire. Todo fue para llegar a Recife y jugar hoy a las 17, el segundo partido en Brasil de su historia. El rival será Sport de esa ciudad pero ayer, su enemigo fueron los aviones, aeropuertos y las escalas.
Las dos horas de vuelo de Salta hacia Buenos Aires, las tres de Buenos Aires a Río de Janeiro y otras tres de Río a Recife, más las esperas, marearon a más de uno y ponen en duda no sólo el equipo que alistará Ricardo Zielinski sino el estado de los 11 que salgan a jugar.
“Los equipos del interior estamos acostumbrados a hacer muchos viajes pero acá fueron muchos aeropuertos, muchos transbordos. Como en Quito”, dijo el “Pulguita” sobre aquella travesía. Hace casi exactamente un año, el plantel partió de acá hacia Arica, Chile y desde allí a Guayaquil, Ecuador. Horas antes del partido quiso viajar en su charter a Quito pero se lo impidieron. Terminó llegando en un vuelo de línea y a las apuradas, como bien saben todos.
“Acá estamos tranquilos, porque si no llegamos a tiempo se suspende y se juega al otro día”, bromeó el delantero que, junto con el resto de sus compañeros y el cuerpo técnico, pueden haber rezongado un poco por el trajín, pero la realidad es que el disfrute es el denominador común del viaje.
“Me parece muy bien que Atlético se acostumbre a jugar partidos internacionales. Nos va a dar mucha experiencia y además es lo que vamos a vivir en la Copa”, explicó Zielinski, que admite que el traslado hasta Recife se hizo difícil pero jamás se hubiese negado a jugar un partido así. “Fue complicado pero siempre quisimos jugarlo”, agregó.
“Creo que hay que disfrutar de todo esto. Son muchos viajes pero es importante este partido para el club y para nosotros. Jugar fuera del país preparándonos para el año que se nos viene es muy lindo”, analizó Favio Álvarez.
Además, como adelantó Hugo Bermúdez, gerente general del club y uno de los dirigentes que acompaña a la delegación junto con el vicepresidente Enrique Salvatierra, todos tendrán el día libre mañana para descansar y seguir disfrutando del evento.
Antes del partido también será clave el descanso para intentar ganar la Copa “Ariano Suassuna”, una tradición para el conjunto pernambucano. La delegación llegó a Recife pasadas las 23, se hospedó en un lujoso hotel y tras cenar en pleno vuelo, fueron derecho a dormir. No está previsto ningún entrenamiento antes del partido.
El viaje se justificará desde las 17 cuando la pelota empiece a rodar en otro duelo histórico para el “Decano”. Tal como lo fue en Quito luego de un periplo interminable. Y tal como lo dijo su goleador, si no llegan a tiempo, no puede hacerse tanto problema, pero todos esperan que el equipo esté ahí para volver a jugar en Brasil. Para volver a hacer historia.