Los restos de Natalia Vargas, la joven de 28 años que murió ayer tras caer mientras volaba en un parapente en Loma Bola, el cerro San Javier, fueron cremados hoy por una decisión familiar.
Los amigos de Natalia realizaron esta mañana una vigilia para despedir a la fallecida en el trágico accidente que conmocionó a Concepción, ciudad de donde era oriunda. Horas después, los restos fueron cremados en el “Parque del Descanso”, el primer crematorio de la provincia, distante 30 kilómetros de San Miguel de Tucumán, en el kilómetro 1.326 de la ruta 9, en la comuna de Tapia.
Los allegados y familiares de la joven dudan de las primeras informaciones que hablaban de que a causa de un ataque de pánico la joven se habría liberado accidentalmente del parapente cayendo al vacío.
Natalia es hija de un hombre conocido en el sur, de Juan José Vargas, quien supo ser concejal durante las gestiones de Amado Deguer como intendente de Concepción. Aparentemente, el padre se encontraba en Las Estancias cuando se produjo el accidente fatal. Entre los amigos se comentaba que había llegado desde Alemania, donde realizaba una residencia en medicina, hace pocos días y que estaba haciendo los trámites por las vacunas para seguir viaje a Brasil junto con su familia.
Los vecinos estaban muy acongojados por la tragedia, y algunos recordaban que en estos días se cumplía un nuevo aniversario de la muerte de su abuelo, Juan Vargas, quien había fallecido al recibir una descarga eléctrica mientras limpiaba los techos de su domicilio.