Una nota no bastará para acceder a los casos, al menos no en el Juzgado de Familia N°7 de esta capital. Al día siguiente de recibir la petición de vista de dos expedientes radicados allí, la jueza Rossana Martínez contestó a los llamados veedores de la Nación que sólo les mostrará los procesos si acreditan la autorización de la parte interesada en la observación. La jueza recordó a los letrados Ana Colombres Garmendia y Juan Roberto Robles que el acceso a los juicios de familia es restringido en atención a la necesidad de proteger la intimidad de los niños y adolescentes implicados. El criterio de Martínez sería compartido por sus pares del fuero: tres de ellos, Valeria Brand, Orlando Stoyanoff y Silvia Karina Lescano de Francesco, también recibieron solicitudes de vista de parte de los abogados de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación (se informa por separado).
Martínez manifestó que, si bien el artículo 138 del Código Procesal Civil y Comercial de Tucumán amparaba el pedido de los veedores, el Código Civil y Comercial de la Nación restringía el acceso de los expedientes de familia a las partes, sus representantes y letrados (artículo 708). “Esta norma tiene rango superior”, precisó. Y añadió: “el principio de reserva sólo puede ceder ante supuestos excepcionalísimos, que deberán ser evaluados restrictivamente en pos de sostener un sistema que para su funcionamiento requiere de privacidad”.
El límite impuesto a los veedores cederá si estos consiguen el permiso de la parte y lo acreditan. Martínez informó a Robles y a Colombres Garmendia que, en esas condiciones, iban a poder compulsar las causas en el Juzgado en su presencia y en la del secretario Ricardo Ponce de León. La jueza incluso estableció horarios y días para desarrollar la observación pretendida. Pero el comienzo de la feria de verano, que se extenderá hasta el 31 de enero, anticipa que no habrá novedades en lo inmediato.