BUENOS AIRES.- El Tribunal Oral Federal (TOF) 6 le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria a Miguel Etchecolatz, de 88 años, que había sufrido en agosto un accidente cerebro vascular (ACV).
El ex director de investigaciones de la Policía Bonaerense durante la última dictadura militar estaba detenido en la cárcel de Ezeiza cumpliendo seis condenas en su contra por delitos de lesa humanidad en esa época.
Los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Fernando Canero ordenaron el traslado de Etchecolatz a su casa, ubicada en la calle Nuevo Boulevard del Bosque, entre Guaraníes y Tobas, de la ciudad de Mar del Plata.
El tribunal había aclarado que la medida sería efectiva "siempre y cuando Etchecolatz no se encuentre detenido con prisión efectiva a disposición de otro órgano jurisdiccional". Sin embargo, en las otras cinco causas, ya había obtenido la prisión domiciliaria.
"Cabe señalar que los graves delitos por los que está siendo actualmente juzgado el imputado en esta sede y el rol que habría cumplido en los hechos no autorizan a este tribunal 'per se' a desoír las garantías impuestas por nuestra Constitución Nacional y diversos instrumentos que han sido incorporados", explicaron los jueces en su resolución.
Su historia
Etchecolatz fue uno de los jefes policiales bonaerenses más duros que tuvo la dictadura comandada por el genocida Jorge Rafael Videla. Su cargo lo desempeñó entre marzo de 1976 y fines de 1977, época en la que estuvo a cargo de 21 cárceles clandestinas que funcionaron en ese territorio.
En 2006 fue condenado a cadena perpetua. Contra él declaró como testigo clave Julio López, del que no se supo más nada desde el 18 de septiembre de ese mismo año tras haber salido de su casa rumbo al tribunal para volver a declarar. Gente vinculada a Etchecolatz fue apuntada por la desaparición del albañil, del que hoy, 11 años después, no se conoce su paradero.