Un policía que fue acusado de haber abusado sexualmente de su hijastra se suicidó ayer en su casa de Yerba Buena. Tomó esa drástica decisión al enterarse que lo habían denunciado por ese hecho.
Todo comenzó ayer a la madrugada de ayer. Una mujer llevó a su pequeña hija de 12 años a la guardia del Hospital de Niños. Fue llevada al centro asistencial para que los médicos constataran si había sido víctima de un ataque sexual. Los médicos la revisaron y confirmaron que tenía daños en sus partes íntimas y que habían sido producidas por lo menos hace dos semanas.
La madre de la víctima le dijo a la policía que la menor le había contado ayer a la noche lo que había sucedido. Según consta en el parte policial, la mujer, hace unas dos semanas dejó al cuidado de su pareja a la menor y a su hermanito de cuatro años. Allí, siempre de acuerdo a la versión de la niña, el sospechoso la encerró en el baño donde abusó de ella, aprovechando que el más pequeño no se encontraba en la vivienda en ese momento.
Al parecer el policía había amenazado a la niña con hacerle daño si es que llegaba a contarle a su madre lo que había sucedido. Pero la víctima no aguantó más y el lunes por la tarde contó lo que había sufrido.
Cuando la fiscala Mariana Rivadeneira se enteró del caso, pidió que la menor sea preservada y que la denunciante confirmara la versión ante la Justicia.
El acusado se enteró de lo que había sucedido y, antes de que se ordenara alguna medida en su contra, decidió encerrarse en una pieza de una habitación y se quitó la vida con un arma. El fallecido policía prestaba servicios en la división Delitos contra la Propiedad hace poco más de dos años que funciona en la ex Brigada. Según informaron las fuentes, no tenía antecedentes por abuso y tampoco en su legajo aparecen faltas graves.