Fundamentos técnicos, a favor y en contra. Un cacerolazo. Gritos. Y chicanas. La sesión de ayer en Diputados tuvo de todo, a pesar de que casi la mitad de las bancas estuvieron vacías a lo largo de la deliberación en la que se convirtió en ley la reforma previsional.
Hubo momentos de suma tensión, en especial antes del tratamiento de la iniciativa, cuando en reiteradas ocasiones el kirchnerismo intentó levantar la sesión. En ese contexto, sobresalió un grito: “los gobernadores del PJ son prostitutas de Macri”. La frase fue pronunciada por la diputada del Frente para la Victoria, María Emilia Soria, al embestir contra el jefe del interbloque Argentina Federal, Pablo Kosiner.
Otro de los fuertes entredichos tuvo como protagonistas al jefe del bloque del kirchnerismo, Agustín Rossi, y a la diputada Elisa Carrió (Cambiemos). Rossi repudió la denuncia que presentó un grupo de diputados del oficialismo tras los desmanes del jueves dentro del recinto. Carrió se levantó de su banca haciendo elocuentes gestos de despedida, a lo cual Rossi le respondió: “Vos andate tranquila. ¿Para qué te queremos hoy? Te hubieses ido cuando eras funcionaria de la dictadura en el Chaco, mientras a nuestros compañeros los mataban en Margarita Belén”. “En el 2010 el diputado Rossi votó en contra del 82% móvil para los jubilados con todo el FpV diciendo que estallaban las finanzas públicas, lo aprobamos en el Senado y pese a todo lo vetó Cristina Kirchner”, le recordó Carrió. “No se gana con violencia lo que se perdió en las urnas”, retrucó.
La diputada Graciela Camaño, en tanto, manifestó que Mauricio Macri tiene a su “López Rega”. “Hay un monje negro en esta historia. A usted le tiraron una bolsa de pescado podrido con un acuerdo que no estaba cerrado. Usted nunca tuvo 129 diputados porque la división de poderes se vulneró”, le dijo Camaño a Emilio Monzó, sobre Marcos Peña.
“¡Van a tener que salir como ratas de este Congreso por traicionar a todo el pueblo argentino!” , dijo el diputado Darío Martínez (FpV). José Luis Gioja, en tanto, lanzó: “están tomándose la leche del gato. Están cazando en el zoológico”. La sesión, incluso, cerró al compás de las cacerolas que sacudió Victoria Donda desde su banca.