Los dos clanes familiares de Villa 9 de Julio se vieron las caras frente a frente durante la primera jornada del juicio que se sigue por un ataque ocurrido en diciembre de 2015, cuando dos adolescentes de la familia Carrión fueron baleados. Uno, Carlos Carrión, fue herido en el estómago y en una pierna; y el otro, Sebastián Alexis Plaza, sufrió un impacto en el rostro, que le costó la pérdida de su ojo derecho. Ese fue el comienzo de una serie de hechos de violencia que regaron de sangre las calles de esa populosa barriada en los meses que siguieron. Gerardo Toro, de 21 años y su tío, Martín Toro, de 45 años, están acusados por el delito de tentativa de homicidio y comenzaron ayer a ser enjuiciados.
Fueron dos ataques que se registraron con pocas cuadras de diferencia en la tarde del 16 de diciembre de 2015. De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio formulado por el fiscal Washington Navarro Dávila, la primera víctima fue el joven Carrión, quien fue alcanzado por dos disparos que salieron de un arma que presuntamente empuñaba Gerardo Toro, que se desplazaba como acompañante en una moto. Luego, Sebastián Alexis Plaza, que tenía 14 años, sobrino de Carrión, perdió un ojo al recibir los perdigonazos provenientes de un arma larga.
Un importante operativo de seguridad se desplegó desde temprano en los pasillos del primer piso de los Tribunales Penales, donde se encuentran las salas de juicio. A la habitual guardia permanente del edificio de avenida Sarmiento al 400, se sumaron miembros de Infantería y del Servicio Penitenciario. Cerca de las 9, ingresaron los jueces de la Sala III, Emilio Páez de la Torre, Wendy Kasar y Marta Cavallotti. Al sentarse frente al Tribunal, los imputados anunciaron que por el momento no iban a declarar por recomendación de su abogado, el penalista Cergio Morfil.
Por el contrario, quienes sí decidieron contar su versión de aquel sangriento suceso fueron las víctimas. Como Plaza tiene 17 años, no estaba previsto que realice ese trámite, pero el mal estado en que se encontrarían las grabaciones que registraron su testimonial en Cámara Gesell, en aquel momento, motivaron que los jueces hicieran una excepción y le permitieran declarar.
“Estaba sentado con dos amigas dentro de su casa. Eran las 18, aproximadamente. Desde una ventana vi que a mi primo Carlos le disparaban desde una moto azul que pasó muy despacio por calle Blas Parera. El que manejaba era (Ismael) ‘Isma Toro’ Tévez y el que disparó era (Gerardo) ‘Coco’ Toro. Entonces, salí a la calle a levantar sus ojotas, que habían quedado tiradas, y me dispararon desde un balcón con una escopeta. Fue Cristian Toro (hijo de Martín), no sé por qué ellos no están en el juicio”, se lamentó el joven que dijo que no asistía a la escuela para evitar que se burlaran de él.
Por su parte, la otra víctima contó que estaba comprando una gaseosa en un quiosco a la vuelta de su casa cuando lo atacaron a tiros desde una moto. “El que disparó fue ‘Coco’ Toro”, aseguró. El defensor Morfil marcó que en una declaración previa había señalado que fue ‘Isma’ quien le disparó. Quedó pendiente un careo para esclarecer ese punto de la violenta secuencia.
Una vieja disputa
Las víctimas fueron consultadas por los jueces sobre los motivos del ataque. En ambos casos aseguraron que se trataba de problemas familiares anteriores. “No era un problema conmigo, después hubo como diez enfrentamientos”, afirmó Carrión.
Una de las víctimas contó que los problemas entre ambos bandos datan de 2009. En el mes de julio, Raúl “El Chavo” Carrión fue detenido por un robo en el Aeropuerto. Una vez dentro del penal, habrían comenzado los incidentes con miembros de la familia Toro.
“El Chavo” Carrión, quien está preso en Villa Urquiza, también declaró como testigo. Él trasladó a su sobrino Carlos en su auto al Centro de Salud y al regresar al barrio se dio con que su hijo, Sebastián Alexis, había sido llevado al hospital de Niños con una herida de arma de fuego en un ojo.
“No sé por qué les dispararon, pero eso es frecuente que pase en la villa. A mi hijo le dispararon con una Itaka, pero si le dan con pistola, lo matan. Él me pidió que no haga nada, que no tome venganza”, declaró ante el tribunal.
Por parte de las defensas, también declararon dos testigos que sostuvieron que los acusados estuvieron fuera de Villa 9 de Julio en diferentes festejos de fin de año.
El debate proseguirá mañana. Se aguarda que lleguen los resultados del informe de una reconstrucción de los hechos.