En la semana que pasó, la ruta 307 fue noticia. Pero no se habló de ella por sus imponentes paisajes, sino por algo trágico: el sábado pasado, un hombre perdió la vida cuando la camioneta en la que viajaba desbarrancó a la altura de la curva del Fin del Mundo. Eso generó un debate sobre el estado de este camino, que constituye la principal vía turística de la provincia. Todo esto ocurrió antes del último fin de semana largo previo a las Fiestas y en el que miles de personas eligieron los Valles para descansar.
Radiografía de la ruta 307: el preocupante estado del camino que conduce a Tafí del Valle
Está previsto que esta tarde/noche miles de vehículos invadirán ese camino en dirección al llano cuando sus conductores emprendan el regreso a sus casas. Por ese motivo, acá van algunos consejos para evitar riesgos y demoras innecesarias.
- En lo posible, hay que evitar emprender la vuelta entre las 18 y las 21: estos son los horarios pico del regreso. Si se puede (y si hay ganas) lo ideal es salie a la ruta durante la siesta o durante la noche. Seguramente, el tránsito será más fluido.
- No hay que confiarse: el sábado pasado, un hombre murió en la curva del Fin del Mundo. Si bien el estado del camino es en general bueno, no hay que confiarse. Una mala maniobra o una distracción pueden ser el comienzo de una tragedia.
Siete muertos y más de 10 heridos: el saldo que dejaron los últimos accidentes graves en la ruta 307
- En los últimos años se empezó a producir una situación particular: desde el Monumento del Indio hacia abajo, miles de personas copan las zonas aledañas al camino los días de calor. Seb añan en el río, hacen asados junto a la ruta o simplemente disfrutan del contacto con la naturaleza. De todos modos, esto genera riesgos: uno se puede encontrar con vehículos mal estacionados que ocupan parte de la cinta asfáltica, con peatones (muchos de ellos niños) que se cruzan sorpresivamente y también con personas bajo los efectos del alcohol, lo cual implica un riesgo extra.
- Armarse de paciencia: como ocurre en el final de cada fin de semana largo, el tránsito se vuelve intenso. En vez de renegar y hacerse mala sangre, lo ideal es manejar tranquilo que, tarde o temprano, se llega a destino.