La decisión nacional de gravar con un 17% a las bebidas azucaradas y el sostenimiento, aunque con menor carga, de la resolución que baja el valor del bioetanol de caña siguen inquietando a los industriales. Y ese fue el tema central de la reunión que ayer mantuvieron las autoridades del Centro Azucarero Argentino (CAA) con el gobernador Juan Manzur, en la Casa de Gobierno. “Planteamos nuestra preocupación sobre la actividad sucroalcoholera, por las medidas nacionales. El gobernador ya tomó cartas en el asunto con reuniones con autoridades nacionales”, afirmó el titular de la CAA, Fernando Nebbia, al salir del encuentro. Además, puntualizó que “el Gobierno nacional no respondió a nuestra preocupación, sigue castigando a las bebidas azucaradas”.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) había señalado su inquietud frente al sostenimiento de estas decisiones nacionales. “La medida generará un fuerte impacto negativo en nuestras economías regionales, especialmente en el pequeño y mediano productor, al plantear un impuesto interno del 17% a las bebidas que contengan azúcares libres añadidos, mientras que las que utilicen edulcorantes no calóricos -sin azúcar agregado- tendrían una alícuota del 0%”, comparó la entidad que preside Fabián Tarrío.
El ministro de Desarrollo Productivo, Juan Luis Fernández remarcó ayer que “todas las medidas que está tomando la Nación parecen apuntar a destruir la economía del norte, como es la reducción en el bioetanol, impuestos internos, desaparición del decreto 814, importación del limones de Chile”. El funcionario reconoció que esta inquietud también formó parte del encuentro del gobernador con directivos de Arca Continental y Coca Cola, que anunciaron una inversión de unos $ 50 millones en una embotelladora y en el ingenio Famaillá (ex La Fronterita).
“Todavía no hay ninguna resolución respecto al aumento de impuestos a bebidas azucaradas. El argumento es que el azúcar no es sana, cuando en realidad hay intereses con importadores de edulcorantes artificiales”, indicó Fernández. En el mismo sentido se expresó el empresario Emilio Luque, propietario del ingenio Concepción. “El Gobierno nacional está tomando medidas que afecta mucho al NOA y a Tucumán. Necesitamos que los gobiernos de Salta y Jujuy nos acompañen”, planteó el industrial azucarero.
El arco empresarial tucumano está preocupado por los efectos que puede tener en la economía local las medidas adoptadas por la Casa Rosada. Juan Rodríguez, titular de la Rama Producción de la Federación Económica de Tucumán (FET), señaló ayer a LA GACETA que el Gobierno nacional debe darle al azúcar y al citrus igual tratamiento que le dio al vino, por ejemplo, al eximir de la carga impositiva. “Se está demonizando un producto natural como el azúcar, pero se alienta a otros importados que están prohibidos en otras zonas del mundo y que no tienen la misma carga impositiva que el endulzante natural”, señaló. Planteó que es mejor política alentar el consumo saludable.
Rodríguez insistió que el aumento de las alícuotas para los impuestos internos afecta a dos pilares de la economía tucumana, como la actividad azucarera y la citricultura. “Ambas están dando posibilidades de crecimiento a Tucumán porque tienen un efecto multiplicador no sólo para la producción, sino también para la generación y el sostenimiento de los puestos de trabajo en la provincia”, enfatizó el dirigente de la FET.