Luego de otra jornada de protestas en la zona de El Bajo, la Municipalidad defendió su decisión de desalojar a los vendedores ambulantes que trabajaban en la cuadra de Sáenz Peña al 100. “Esa cuadra era Bagdad”, dijo el subdirector de Tránsito, Enrique Romero, en referencia a la capital de Irak, afectada por largos conflictos bélicos.
Los vendedores ambulantes realizaron hoy nuevas protestas para exigir que sus puestos no sean erradicados antes de las fiestas de fin de año.
Hoy, los cortes comenzaron alrededor de las 7 en la intersección de 24 de Septiembre y avenida Sáenz Peña, y luego se extendieron hasta la esquina con Crisóstomo Álvarez. Los informales exigen no ser desalojados de las veredas de El Bajo, medida de la que fueron notificados hace dos semanas. El objetivo de la decisión municipal es facilitar el paso de los peatones.
“El Municipio no desconoce el derecho natural a trabajar, pero no se puede ejercer en cualquier parte; hay que hacerlo donde no cause agravios o riesgos a la comunidad. Por ende, los bienes del dominio público no son el ámbito donde se puede ejercer cualquier actividad, por lícita que pueda parecer”, argumentó Romero.
También reclamó el apoyo del Gobierno provincial en esta tarea. “El Poder Ejecutivo provincial está obligado por la Constitución a prestar los auxilios necesarios a fin de posibilitar a la Municipalidad el desarrollo de las funciones a su cargo, cuando ella se lo demande. No se puede olvidar el interés general de toda la comunidad”, agregó.
PROTESTA. Los ambulantes, en 24 de Septiembre y Sáenz Peña.
Con respecto al pedido de los ambulantes, que quieren ser escuchados por las autoridades municipales, Romero fue contundente: “no tenemos nada que hablar con cuatro o cinco pícaros que alteran el orden público”.