Atlético bajó la persiana jugando de local en un año inolvidable: lo hizo con un triunfo claro, 2-0 sobre Colón. De esta manera, el equipo despidió en su casa un 2017 histórico.
El plantel de Ricardo Zielinski sabía que no la tiene fácil porque el "Sabalero" llegó hasta 25 de Mayo y Chile como el único equipo de la Superliga que no había perdido (hasta hoy).
Los primeros minutos fueron parejos; incluso Colón demostró más protagonismo. Sin embargo, la historia comenzó a cambiar con el gol de Luis Miguel Rodríguez. El ídolo recibió un buen pase en el corazón del área, se acomó y la mandó a guardar para establecer la primera diferencia.
Allí se cayó la visita, sintió el impacto. Mucho más luego de quedarse con 10 a causa de la expulsión de Tomás Chancalay, que le acertó un planchazo en la cara a Guillermo Acosta y lo dejó tendido en el piso, con sangre en su rostro.
Esa jugada permitió el crecimiento de Atlético, que tomó la posta y comenzó a manejar el partido. Con el 1-0 se fue al descanso y aprovechó el hombre de más para dominar el encuentro en el complemento.
El segundo se hizo esperar, pero llegó. El mismo "Bebé" Acosta se vistió de goleador y apareció en el centro del área para marcar el gol y el 2-0 definitivo, en la última jugada del encuentro.
De esta manera, Atlético le cortó la racha a Colón y escaló en la tabla, vital para seguir sumando promedio. Se despidió de su gente a lo grande y con una fiesta en las tribunas.