Caso Medina: “Pichi” Mendoza, el “soldadito” perfecto

Caso Medina: “Pichi” Mendoza, el “soldadito” perfecto

El acusado de matar a otro recluso en el penal de Villa Urquiza se presentó ante la fiscala Giannoni para mostrarle pruebas del ataque.

EL ACUSADO DEL CRIMEN. Alejandro “Pichi” Mendoza. .
26 Noviembre 2017

“Lo único que hice fue defenderme. Él me atacó”, habría reconocido en Tribunales Alejandro “Pichi” Mendoza, el acusado de haber asesinado a Fernando Sebastián Medina.

Para probar sus dichos, le mostró a la fiscala Adriana Giannoni las lesiones que presentaba en los brazos y en las piernas. Fue revisado por el médico forense, que habría determinado que las heridas de los miembros superiores habían sido autoinfligidas, no así la de los inferiores.

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Sin embargo, otro recluso declaró ayer ante la Justicia y desestimó esa versión. Contó, según confirmaron fuentes judiciales, que “Pichi” había recibido un cuchillo de otro interno para que acabara con la vida de Medina. El responsable de conseguirle el arma sería “Machilo”, uno de los hombres que trabajarían al servicio de los guardiacárceles. Mañana declararía el recluso que estuvo encerrado con el fallecido en la seccional 7° y que lo acompañó hasta que fue ultimado.

La misma versión fue denunciada por los familiares de la víctima ante la Giannoni. “Él era el hombre indicado para hacer eso. Lo acaban de condenar y ya sabía que pasaría la mitad de su vida encerrado. En el penal los llaman ‘cabeza de fierro’ porque no les interesa nada y hacen cualquier cosa por drogas”, comentó Ana Silva, la esposa del recluso asesinado.

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“Pichi”, de 20 años, fue condenado en marzo de 2016 a cumplir una pena de 18 por haber asesinado en marzo 2014 a Melanie Eliane Williams cuando intentó robarle el celular. Mendoza aún debe ser enjuiciado por causas de robo agravado. Es considerado peligroso por la Policía. Después de haber acabado con la vida de la joven jujeña, se mantuvo prófugo durante al menos dos meses, hasta que decidió entregarse en mayo de 2014.

El condenado, en abril de ese año, se enfrentó con personal del servicio 911 que lo había intentado arrestarlo cuando lo descubrió paseando por el barrio Victoria, donde los vecinos le tenían terror.

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