En términos técnicos, Cristian Lucchetti sufrió la rotura del músculo subescapular del hombro izquierdo. Es un rotador del brazo. Pero en términos emocionales, independientemente de que hoy Alejandro Sánchez le cuida bien el arco, a Atlético y a su gente le falta su símbolo, su sostén: Lucchetti.
“Si Dios quiere, mañana al mediodía me operan”, le comenta a LG Deportiva “Laucha” entrada la siesta del martes, quizás la última antes de entregarse a las manos de Mario Larrain, el médico encargado de colocarle clavos y unos remaches en la zona afectado, para que se entienda. Lucchetti regresará a las canchas en una versión “Hombre X”, al estilo Wolverine. “Algo de él voy a tener, je”, ríe a quien también se lo conoce como Cristian David de los 10.000 Milagros. “Estoy esperando que lleguen unos tornillos y unos remaches importados, pero estimo que va a estar todo listo para después arrancar con la otra etapa, la de recuperación”.
En ese instante, cuando el arquero corta la oración, se siente el típico bajón de quien se siente lejos de su hábitat natural, de su zona de confort. “Se vienen seis semanas de inmovilidad total en el brazo. Eso es lo duro”, acepta el mendocino, que hoy será intervenido en el Sanatorio de La Trinidad, en San Isidro, Buenos Aires. Allí pasará la noche y si todo está bien, el jueves recibirá el alta y podrá instalarse en su casa de Banfield. Luego vendrá a Tucumán.
¿Qué le van a reparar a Lucchetti? Cuando el muscúlo (del hombro rotador) está roto, significa que ya no está inserto en el hueso y hay que volver a colocarlo en su lugar. Se utilizan pequeñas anclas con suturas que se colocan en el hueso, para luego suturar el tendón al hueso y esperar que cicatrice en su posición natural. Seis semanas de paciencia total necesita Lucchetti. “No estoy bajoneado, pero sí algo ansioso -dice-. Quiero que pase rápido esa etapa, la de la ‘no hacer nada’. Porque después, cuando empezás con la rehabilitación, viene lo mejor. Ya te sentís activo. El tema es pasar las primeras seis semanas, ja”.
En sus más de 20 años de carrera profesional, Lucchetti cree haber tenido bastante suerte con el tema lesiones. “Y sí, al menos hasta esta última. Al principio sí fue complicado. Primero me operaron de pubalgia, después se me salió el hombro, el mismo que me operan ahora, y después sufrí fractura de tibia y peroné. Todo en un lapso de dos años”, recuerda los malos tragos.
Y aunque esté lejos, “Laucha” se siente cerca del plantel. “Si se juega la final de la Copa Argentina en Mendoza, espero estar, quiero estar al lado de los chicos. Lo mismo ahora con los partidos de la Superliga. Es importante para mí”, reconoce. “¿Sabés qué es lo curioso? Que me funciona un solo brazo pero con todos los trámites que tuve que hacer para operarme parecía que tenía cuatro, je. Quiero volver con todo para la Libertadores”. En Atlético lo esperan ansiosos.