11 Noviembre 2017
Una pequeña llama de ilusión se había encendido la noche del jueves, cuando Amalia Ojeda tuvo en sus manos la foto de un niño sin identidad que había sido encontrado en la vía pública, en Capital Federal, el 21 de agosto pasado. Desde ese momento, la madre de Milagros Avellaneda (26 años) y abuela de Benicio Coronel (dos), quienes están desaparecidos hace un año, no pudo conciliar el sueño, pensando en que ese menor extraviado podía ser su nieto.
Sin embargo, esa llama fue perdiendo intensidad ayer con el paso de las horas. Y se terminó consumiendo. La abogada de Ojeda, Silvia Furque, dijo al final de la jornada que la principal prueba que pudo haber identificado a Benicio Coronel fue desestimada en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA). Se trató de un lunar, una especie de “mancha alargada” que se encuentra en uno de los pies de Benicio. “Las posibilidades se achican ahora”, enfatizó la letrada.
Fuentes judiciales locales también dieron por rechazado cualquier rasgo físico del menor tucumano con el niño que fue encontrado en la Capital Federal. En el gobierno porteño hicieron lo mismo, al afirmar que se habían presentado posibles parientes del chico.
El Poder Ejecutivo de la provincia intervino a través del Ministerio de Gobierno, Justicia y Seguridad. El titular de esa cartera, Regino Amado, dijo que desde Buenos Aires habían comunicado que no se trataba de Benicio.
“La desaparición de Milagros y Benicio trascendió aún más después de esta situación (por la acción en Buenos Aires). Además, pienso que la Nación tomará mayor intervención en la búsqueda de ambos”, comentó la abogada.
El Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, inició una campaña para hallar a familiares o conocidos que aporten datos para identificar a un niño, de unos tres años, que había sido encontrado en la vía pública.
“Tiene cabello castaño oscuro ondulado, ojos marrones oscuros, tez trigueña, de contextura mediana. No expresa su nombre, por lo que podría llamarse Elián”, explicó la propaganda pública, que incluía una foto del pequeño.
A Ojeda le llegó ese retrato oficial el jueves a última hora. Luego, a primera hora de ayer, expresó su esperanza por encontrar a su nieto: “en estos momentos estoy al borde de la explosión de mi corazón. Sería maravilloso que sea Benicio”, se ilusionaba Ojeda, en medio de su incansable búsqueda.
“Me llamaron del departamento de desaparecidos del Gobierno (nacional) y prometieron volver a hacerlo durante el día. Quiero llegar a la verdad. Si es Benicio o no y salir de la duda. Y sí es, bienvenido sea porque estamos enloquecidos esperando una noticia. De noche sueño con que Benicio va a aparecer mi casa, que alguien me lo va a dejar”, le había contado Ojeda. Pero el chico hallado no era Benicio.
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