Con 21 años, Mayra Stefanía Aguilar ya tiene roce como jugadora internacional de rugby. Y por estos días desborda felicidad ante la nueva convocatoria para ser parte de "Las Pumas", que irán por el título de la 24a. edición del Sudamericano de Seven femenino "Valentín Martínez", a disputarse en Montevideo entre el viernes y sábado próximos.
La recompensa para el campeón es bastante jugosa: asegurará una plaza para la Copa del Mundo de Seven 2018 en San Francisco, Estados Unidos, y otra para el Circuito Mundial en Hong Kong, al que también accederá el vicecampeón.
La jugadora nacida en Ciudad Alberdi juega de apertura en su club, La Querencia, y en el seleccionado provincial lo hace como medio scrum. Antes de viajar a Buenos Aires donde mañana el equipo de Daniel Villán hará su último ensayo previo al viaje a la capital uruguaya, charló con LAGACETA.com acerca de otro momento trascendental de su carrera deportiva.
"Estoy muy feliz de ser una de las 12 convocadas. No es nada fácil tener que competir sanamente con tus compañeras para ganarte un lugar en la Selección, fue una alegría inmensa escuchar que estaba en la lista", empieza diciendo Mayra, quien comparte equipo en el club La Querencia junto a sus hermanas Tamara y Soledad.
Las concentraciones en Buenos Aires tienen un alto grado de exigencia, y abarcan no sólo los aspectos táctico, físico y técnico. También reciben educación nutricional y se llevan a cabo mediciones de cada una de las integrantes,
"En la última concentración nos enfocamos en entrenar la organización defensiva, afinando algunos detalles para llegar de la mejor manera posible", acota.
El club, está claro, es su segunda casa, desde hace cinco años. "Recuerdo que llegué un día miércoles de noviembre en 2012, sin saber nada... Las chicas que ya venían entrenándose y se preparaban para su primer torneo, que ese fin de semana se jugaba en Lules. Me invitaron a jugar sin tener conocimiento alguno y acepté (risas). Me bastó jugar el primer partido y me enamoré por completo de este deporte lleno de valores. La verdad que es inexplicable lo que se siente estar dentro de una cancha", comenta Mayra.
Declara su amor inquebrantable por los colores de su equipo y recuerda con inocultable emoción a su madre, a quien perdió hace un año. "Ella va a estar siempre en lo más profundo de mi corazón; me alentó desde mis comienzos", señala la jugadora que es un orgullo de todo Alberdi, y en especial de su padre, Carlos, y sus hermanos Tamara, Sole y Exequiel.
Está convencida de que para jugar al rugby, sólo se trata de proponérselo. "Yo les diría a las chicas que se animen a todo, muchas veces nos llevamos de los prejuicios o a veces por temor a lo que es el juego en sí... Que se animen, que sean libres para elegir lo que desean, es algo muy lindo practicarlo y sobre todo lo que te deja este deporte. Como siempre digo, anímense a soñar, que los sueños se hacen realidad'", afirma Mayra a modo de exhortación.
Su debut con la camiseta celeste y blanca fue allá por 2015. Junto a sus 11 compañeras de "Las Pumas" va detrás de un objetivo que es conseguir la corona en el Seven Sudamericano y hacer realidad su anhelo mundialista.