La excursión al Oeste del Gran Buenos Aires dejó un saldo positivo más allá de que San Martín sumó su quinta “parda” en fila y por ahora no logra dar el salto de calidad en cuanto resultados.
Pero si hay algo que sobra en La Ciudadela, luego de ver el juego contra Deportivo Morón, es esperanza. El equipo mostró otra cara. Estuvo lúcido con la pelota, se mostró dinámico, agresivo y con muy buenas intenciones en ataque. En pocas palabras, mostró buena parte de su repertorio en cuanto a variantes.
Sí, lo bueno de este nuevo modelo es que Diego Cagna no tiene que “casarse” con un solo sistema. Tiene cómo y con qué mover el tablero y buscar soluciones cuando la mano viene cruzada.
Así lo hizo en la casa del “Gallito” y la jugada le salió bien. Sí, también pudo haberle salido perfecta si los encargados del último toque hubieran estado más finos para ponerle el moño a alguna jugada de todo lo que generó el “Santo” de mitad de cancha hacia adelante.
Matías García recuperó su nivel y el equipo cambió su cara. “En el complemento jugué suelto, de doble cinco, una posición donde quizá me siento más cómodo. Antes estuve más estacionado por afuera y muchas pelotas no me llegaban, adentro tengo más continuidad”, explicó “Caco” las razones del salto de calidad que mostró. Pero él no estuvo solo.
Cagna ubicó a Franco Costa como su ladero por izquierda, en otro acierto del DT. “Paqui” hizo casi todo bien. Fue el socio ideal para García, desniveló con su desfachatez, su velocidad y su buena técnica. Sólo le faltó el gol para que su puntaje hubiera rozado lo perfecto, algo que se le negó en un par de ocasiones.
La defensa responde
Del medio hacia atrás todo parece estar 10 puntos. Ignacio Arce brinda seguridad bajo los tres palos y es una garantía cuando, con el equipo volcado en ataque, tiene que transformarse en líbero para apagar cualquier foco de “incendio. La defensa no sufre casi nada (de hecho de los tres goles que recibió en seis fechas, uno fue desde afuera y otro de pelota parada) y hasta ahora sale de memoria: Rolando Serrano, Lucas Acevedo, Ismael Benegas y Diego Martínez se ganaron el puesto. Sólo en un par de ocasiones faltó uno de ellos por lesión o suspensión.
La columna vertebral se compone con Arce, Sebastián Prediger y Claudio Bieler. El arquero, el volante y el delantero son titulares indiscutidos. Los dos últimos pueden adaptarse a cualquier esquema táctico.
Cagna parece sólo tener que enfocarse en probar el sinfín de variantes del medio hacia arriba. Encontrar el sistema preciso para que San Martín explote de una vez por todas es el trabajo prioritario por estas horas en Bolívar y Pellegrini. El equipo demostró que tiene el material humano y las variantes necesarias para lograrlo. Eso es lo que verdaderamente importa.