Ana Lázaro - Agencia DPA
Dos días después de ser destituido como jefe del Gobierno catalán, Carles Puigdemont se encuentra desaparecido. Según informaciones de prensa, puso rumbo a Bruselas con otros miembros de su Ejecutivo, cesados por Madrid. Hasta ayer, nadie los había visto ni había confirmación oficial de ese viaje.
El ex mandatario catalán, que capitaneó el proceso independentista en Cataluña desde hace dos años, se ha convertido en el protagonista de una especie de thriller político. Ayer, comenzó el día dando “buenos días” (bon día, en catalán) en Instagram junto a una foto que fue difundida en medios y redes sociales.
Con un cielo azul y algunas nubes blancas, parecía tomada desde el Palacio de la Generalitat, sede del Gobierno catalán en Barcelona. La imagen lanzó a los periodistas a comparar, en directo, el cielo de la capital catalana con el de la foto. ¿Estaba el ex “president” en el edificio? No. Solo jugaba al despiste. En las últimas semanas, las autoridades catalanas se han movido en el terreno de la ambigüedad.
El viernes, el Parlamento catalán aprobó una resolución para crear una “república” catalana independiente, pero no se votó una fórmula contundente, sino que se incluyó en la parte expositiva. Ahora, no se sabe si Puigdemont huye de la Justicia ni si tpiensa pedir asilo político.
Ayer, mientras el fiscal del Estado anunciaba una querella contra él y otros ex cargos públicos catalanes por rebelión, sedición y malversación, todos penados con prisión, aparecían las primeras informaciones en los medios sobre un posible viaje de Puigdemont a Bruselas.
Algunos medios aseguraron que viajó en auto hasta Marsella (Francia) y que allí tomó un avión hasta la capital europea.
¿Dónde está Puigdemont? La pregunta del día era respondida con evasivas. “Está en Bruselas ‘en un entorno discreto y seguro’”, escribió en Twitter Xavi Coral, corresponsal de la televisión pública en Bélgica.
En España, el conservador Partido Popular de Mariano Rajoy aseguró que el supuesto viaje del líder catalán es una “muestra de desesperación”.
Desde las filas independentistas, algunos hablan de exilio. “El presidente de la República exiliado es una denuncia contra España frente a los estamentos europeos, internacionales y para conservar la dignidad del 1 de octubre”, expresó el músico y ex diputado independentista catalán Lluís Llach. (DPA)