Recuperación del Palacio de los Deportes: "todos los deportes lo piden a gritos"

Cuesta imaginar, al ver un edificio completamente en ruinas y con goteras en el techo, que en ese lugar actuaron algunos de los artistas argentinos, como Charly García o Fito Páez. Inaugurado en 1977, el Palacio de los Deportes funcionó de forma intermitente y tuvo largos períodos de abandono, al mismo tiempo que distintas gestiones intentaron -sin éxito- remodelarlo. Especialistas del deporte y de la producción de espectáculos coincidieron en que ponerlo en funcionamiento sería de gran valor para ambas áreas.

“Desde que tengo uso de razón no he visto un evento deportivo de alto nivel, como creo que fue creado (con esa intención) desde un comienzo”, sostuvo Horacio Muratore, presidente de la Federación Internacional de Básquet. Toda una paradoja.

En cambio, el Palacio de los Deportes sí fue el escenario de grandes espectáculos que Gabriel Fulgado organizó. “Algo tenía este lugar de mágico, porque no recuerdo experiencias negativas desde la convocatoria”, recuerda el productor que trajo a tocar al músico Juan Carlos Baglietto.

“Hubo dos shows que no se hicieron y empezaron a marcar un poco la decadencia de este lugar”, recordó Fulgado, en diálogo con “Panorama Tucumano”, el programa de televisión de LA GACETA. Uno fue el primer show de la despedida del bailarín Julio Boca, en el 2007. Lo que pasó fue que había goteras en el techo que caían sobre el escenario. La segunda frustración que tuvo fue cuando intentó organizar un show acústico de Juan Manuel Serrat para recorrer lo mejor de su carrera. “Terminamos haciéndolo en otro club por la imposibilidad física que daba el Palacio que seguía deteriorándose y no se restauraba”, explicó.

A Fulgado, ver al lugar abandonado, le genera mucha tristeza. El productor consideró que si bien es un privilegio tener el Teatro Mercedes Sosa, el Palacio sería una alternativa intermedia que abarcaría la inmensa mayoría de los shows masivos posibles de traer a Tucumán. “Creo que es un lugar que seguimos necesitando. La inmensa mayoría de los espectáculos latinos, incluso grandes puestas teatrales u óperas, podrían tener su lugar en este Palacio, porque albergaría un promedio de entre 4.000 y 6.000 personas. El Mercedes Sosa tiene capacidad para 1.500, comparó.

La construcción del estadio se inició en 1962, pero se paralizó. En agosto de 1976, el entonces gobernador Antonio Bussi ordenó que en 30 días la obra fuera concluida por personal civil y militar. Fue inaugurado el 24 de septiembre de 1977. La obra implicó un presupuesto de $ 204 millones. El diseño arquitectónico contempló una capacidad de 5.000 espectadores sentados para disfrutar de prácticas de basquetbol, tenis, voley, pelota el cesto, entre otras disciplinas.

En octubre de 1994 se anunció que un concesionario privado invertiría U$S 1,3 millón para remodelar y reactivar el complejo, pero nada sucedió. En 1999, durante la gestión del intendente Oscar Paz, una firma propuso recuperarlo en ocho meses. El proyecto contemplaba también la construcción de un centro de convenciones para 1.500 personas, pero todo quedó en la nada.

En junio de 2011, el actual subsecretario de Planificación Urbana, Luis Lobo Chaklián, anunció que la refacción demandaría una inversión de $10 millones y que esperaban reinaugurarlo en el año del Bicentenario de la Independencia.

En 2013, el gobernador José Alperovich anunció que el Palacio de los Deportes se convertiría en un microestadio apto para albergar eventos deportivos, culturales y recreativos.

Lo cierto es que nada de eso se concretó. Y cuando a Muratore le preguntan ‘¿cuándo vas a traer a Emanuel Ginóbili a jugar a Tucumán?’, no sabe qué responderles. “Sería bueno tener un complejo deportivo acá. A lo mejor ahora necesitaríamos algo más grande, quizás sale más barato tirar todo y hacerlo de nuevo, pero algo tenemos que hacer”, pidió. “Todos los deportes lo pedimos a gritos porque necesitamos el complejo para poder llevar a cabo las actividades no solo locales o nacionales sino también internacionales”, concluyó.