El jugador de fútbol promedio no se siente a gusto con la palabra “revancha”. Cada vez que la escucha o que se la sugieren para rotular un partido, le huye. Los “Decanos” no son la excepción en la previa del cotejo del martes por la Copa Argentina, contra Vélez, el mismo equipo con el que perdieron en la Superliga, un mes atrás.
“Es un partido completamente diferente. Esto es un mata-muere y el que mejor haga las cosas pasará de fase”, dice Franco Sbuttoni, que ese 8 de septiembre, cuando Atlético fue superado por 2 a 0, estuvo en el banco.
“Es un partido totalmente diferente, otro torneo. Tienen buenos jugadores pero nosotros también y esperamos terminar ganando esta vez”, aseguró Favio Álvarez en consonancia con el defensor.
En la fase anterior, Vélez eliminó a Huracán por penales luego de igualar sin goles. Si el ganador era el “Globo”, siendo justos, eso hubiera sido una verdadera revancha, tras lo que pasó en el desempate por el ascenso a Primera en 2014. Pero ese no es ahora el caso.
“Tenemos un lindo partido por delante. Ya los conocemos, y si bien venimos de perder con ellos, esto va a ser otra historia. No sé si llamarle revancha, sólo esperamos sacar el partido adelante”, pidió Guillermo Acosta.
Por lo pronto, serían cuatro los cambios respecto de aquel equipo que perdió 2 a 0 en Liniers, si se toman en cuenta los ensayos de Ricardo Zielinski de esta semana. Es que entonces, Atlético se encontraba disputando la Copa Sudamericana y guardó algunos de los titulares. Vélez, por su parte, no cambió mucho: sigue siendo un equipo joven, atlético, con dos jugadores experimentados que le dan suficiente equilibrio, como Mariano Pavone y Fabián Cubero.
En el “Decano” no hay sed de revancha, pero sí de gloria, la que estaría mucho más cerca si avanza a semifinales.