La “grieta” no fue central y hubo más conservadurismo que seducción

La “grieta” no fue central y hubo más conservadurismo que seducción

La “grieta” no fue central y hubo más conservadurismo que seducción
19 Octubre 2017

Gabriel Pereira - Doctor en Ciencias Políticas - Univ. de Oxford

Aún frente a la baja calidad del debate, entendido como oposición e intercambio de ideas, se desprenden elementos estructurales de la discusión política local.

Publicidad

En política electoral no podemos sino empezar con la llamada grieta. Estamos acostumbrados a una discusión donde el eje “kirchnerismos vs antikirchnerismo” domina el tono de la disputa. Sin embargo, ese eje -mencionado, por cierto- no fue uno de los andariveles por donde transcurrió la discusión entre los candidatos. Contra el mandato mediático de los centros de campaña de los partidos nacionales, pareciera que dicha grieta no tiene suficiente potencia como para opacar las vicisitudes de la política local. Quizás este debate nos planteó que la grieta es más una creación mediática con réditos electorales nacionales que un real clivaje político. O que sus límites son claros en algunas provincias.

Por otro lado, el debate mostró que la Cámara Baja queda muy lejos de Tucumán. Salvo escasas excepciones, los candidatos casi no hicieron mención a su potencial labor en Diputados, no discutieron propuestas legislativas específicas, ni se explayaron sobre las alianzas políticas que buscarán. Las denuncias, propuestas, y críticas hicieron hincapié mayoritariamente en los poderes ejecutivos provincial y nacional. El debate pareciera reafirmar que la política en Argentina se encuentra altamente concentrada en las cabezas de los gobiernos, signo propio de una cultura “hiperpresidencialista” en sus formas, modos, y significados.

Publicidad

También se vio a los candidatos (sobre todo a los de mayor intención de voto) desplegar una estrategia conservadora hacia nuevos votantes. Como se da a nivel nacional, las intervenciones televisivas de los candidatos están orientadas a consolidar sus electorados, más que a ampliarlos. Así, la discusión mediática busca polarizar y reafirmar posiciones, más que seducir.

Finalmente, el enfoque con que se plantearon las discusiones dejó de lado la preocupación real por las condiciones desigualdad y pobreza estructural en nuestro país y nuestra provincia. Los candidatos desperdiciaron, salvo alguna excepción, una gran oportunidad de hacerlo al referirse a las temáticas de género. Una lástima.

Comentarios