Miradas serias, tensiones, risas y aplausos. Los acompañantes de los candidatos a diputado nacional siguieron el debate desde un estudio vecino a donde se desarrolló la televisada confrontación. Distribuidos alrededor de 11 pantallas, el ambiente era más futbolístico que político: parecía un bar colmado para ver un partido que sólo puede seguirse por televisión codificada.
“¿Usted es el apoderado de todo esto?”, comentó al pasar el legislador Alfredo Toscano, afín al espacio del intendente Germán Alfaro (Cambiemos). “Claro, acá está el peronismo puro y unido”, le respondió Marcelo Caponio, colega en la Cámara y apoderado del Partido Justicialista. Entre funcionarios, legisladores, intendentes y militantes, sumaron 35 los acompañantes del postulante por el PJ, Osvaldo Jaldo. El peronismo se ordenó alrededor de cinco televisores en una de las esquinas del estudio. Toscano se ubicó en el otro extremo, junto con los sillones dispuestos para la barra de Cambiemos. El bussismo estaba en diagonal. Como no asistió ningún militante del Frente de Izquierda, allí tambiénse ubicaron algunos seguidores de José Cano.
“¡Viva Perón, carajo!”, arengó Caponio cuando comenzaba a sonar la cortina de Panorama Tucumano. “Seamos civilizados, chicos”, soltó entre risas Guillermo Gassenbauer, vicepresidente primero de la Legislatura. Ramón Santiago “Cacho” Cano prendía el segundo cigarrillo en el patio, mientras los intendentes Darío Monteros, Sergio Venegas y Javier Noguera (Banda del Río Salí, Alderetes y Tafí Viejo), se acomodaban en sillas de plástico. Con el debate iniciado, los rostros serios coparon el salón. Otros comenzaron a mirar la pantalla del celular para dedicarse a los comentarios en las redes sociales. Mientras los candidatos del Frente Justicialista por Tucumán, Cambiemos para el Bicentenario, Fuerza Republicana y Frente de Izquierda discutían con fervor, en el estudio los acompañantes se reían para bajar algunos grados la discusión.
Josefina Bussi, la hija menor de Ricardo Bussi, fue la única que sonrió al mirar a la pantalla. “Me late fuerte el corazón cuando lo veo a mi papá. Estudio abogacía y me gusta la política, soy la única que le sigue el camino”, confió la alumna universitaria. Ruth Mira, esposa del ex titular del Plan Belgrano, cruzó los primeros comentarios de la noche con Gabriel Oreste y Gustavo Pérez, dos amigos de la familia. Luego llegaron los macristas Pablo Walter y Alberto Colombres Garmendia, que se sentaron detrás de ellos. “Me parece que no hay comunicación en el segmento del debate libre. Falta que se moderen más. Me gustaría que se respondan preguntas entre los candidatos”, consideró Mira, que no miró el celular durante todo el programa.
“Los 10 minutos de debate libre fueron bastante caóticos, esperemos que no se sigan interrumpiendo”, charlaban Colombres Garmendia y “Cacho” Cano en una de las pausas en el patio, único momento en el que se permitían fumar. “El problema es que la gente no notará las propuestas si siguen sólo ese segmento”, coincidió en el diagnóstico el peronista. “Creo que Jaldo y Osatinsky fueron los únicos que hicieron propuestas”, fue el balance de Caponio.
Aplausos, risas y miradas serias, los allegados coincidieron al finalizar el debate: faltó más tiempo para dejar bien en claro las propuestas y salir por encima de las chicanas electorales.