Tiempo, magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro... Tiempo, oportunidad, ocasión o coyuntura de hacer algo. Hace poco, Atlético luchó internamente para no caer por un abismo. Hoy, habiendo dejado en el recuerdo una agenda cargada de actividad, pide tiempo para encontrarse definitivamente en la cancha. Al final de cuentas, ese es el objetivo de un plantel que ayer volvió a los entrenamientos tras el 2-2 con River que, dicho sea de paso, sirvió de lección. De esos intensos 90 minutos vividos Núñez, el “Decano” tomó nota de lo que no debe volver a hacer y de lo que sí debe continuar haciendo.
“Nos falta juego, queremos fútbol; trabajamos para eso”, Lo dice el multiuso del “Decano”, Guillermo Acosta, el que se acostumbró a jugar donde lo pongan. El que rinde igual de lateral, carrilero o volante central. Acosta, por rendimiento, es parte del camino a seguir por el resto. Como también lo son algunas virtudes colectivas que el “Decano” ha mostrado en La Superliga, en la Sudamericana y en la Copa Argentina.
La presión al contrario casi en su propia área tiene un lugar en el podio. “Cuando salimos a apretar bien arriba somos otro equipo”, valora “BB”, que ubica también en el top 3 otro aspecto. “El físico. Estamos muy bien, pese a todo lo que venimos jugando”.
En la otra columan está lo que hay que modificar. “Tuvimos partidos buenos y malos, a partir de que todo pasa por lograr un mayor control de la pelota, de asociarnos con el compañero, cosa que no pudimos lograr completamente todavía y es algo que nos pide el técnico”, reconoce Acosta el lado ciego del equipo. Habría que agregarle que cuando Atlético cambia de libreto y espera en vez de presionar, falla.
“Tenemos un buen equipo, así que ya es hora de jugar bien y ganar. Para nosotros es fundamental sumar de a tres”, se refiere Acosta a la sequía de victorias por el torneo de Primera: de los últimos 21 partidos jugados, Atlético apenas ganó tres. Con Zielinski jugó seis, ganó uno, empató tres y perdió el resto.
Y si bien la paridad con River podría haberse tomado como victoria, por lo que significa el rival, no la hubo. “Sabemos que no se estaban haciendo bien las cosas en el juego que buscamos. Somos intensos, sí, pero falta ser regulares con nuestro fútbol”, asiente “BB” mientras aplica al deseo de esperanza el siguiente compromiso, los cuartos de final de la Copa Argentina con Vélez, el próximo miércoles, en Santa Fe. “Nos conocemos. Será un partido duro pero tenemos que salir a ganarlo porque tenemos la espina del 0-2 de la Superliga”, reconoce.
“Esta es otra final en la que se verá otro Atlético. Vamos con todas las pilas”, asegura Acosta, el que cotiza al tiempo de trabajo tanto como el oro.