17 Octubre 2017
reuters
Al menos 39 personas murieron en la oleada de incendios en el norte y centro de Portugal y por el noroeste de España. Detrás de la frontera lusitana, el número de víctimas mortales asciende a 35 (entre ellos un bebé) y se cree que esa cifra podría aumentar, ya que hay zonas a las que los bomberos no pudieron llegar. Hay, además, 56 heridos, 16 de ellos en estado grave. Protección Civil no sabe cuándo conseguirá controlar la situación y habló de 65 focos activos, 32 muy intensos. En la región española de Galicia la situación es también crítica, con cuatro víctimas mortales, decenas de viviendas y fábricas arrasadas, rutas cortadas y clases suspendidas. La Policía dice que un alto porcentaje de los incendios fueron provocados y que varias personas actuaron de forma organizada. (DPA)
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