En estos últimos meses, estamos viendo cada vez más títulos en los diarios, radios y de a poco también en la televisión, de distintos jugadores del mundo Fintech, que van llegando al mercado para poder presentarnos distintas soluciones digitales para cuestiones financieras, con la misión de hacernos la vida más fácil, ahorrándonos tiempo, dinero y esfuerzos.
Si bien a simple vista pareciera una opción asequible a todos - y de hecho lo es -, existe una importante cuota de mercado que todavía no ha incursionado en este nuevo mundo que viene para quedarse. El argentino sigue yendo al cajero, pagando en efectivo, haciendo colas eternas, pidiendo un préstamo en forma presencial a través de trámites extensos y, sin embargo, crecen en número las Fintech que están ofreciendo muchas de estas soluciones de una manera más simple y accesible, sólo requiriendo conexión de internet.
¿Qué está pasando, entonces? En gran parte tiene que ver con el factor humano. Nos cuesta mucho cambiar la manera en que habitualmente hacemos las cosas y más cuando se trata de dinero. ¿Cuántos de nosotros no tuvo un poco de inseguridad cuando pidió su primer préstamo online? Una vez que pasamos esa etapa, ya las siguientes son más fáciles. Y es más, queremos probar el servicio que ofrecen otras empresas, para ver si tienen algo distinto o alguna oferta especial que aprovechar, que mejore la experiencia inicial.
En simultáneo al factor humano, existe otro factor que también está retrasando la adopción masiva: la falta de incentivos por parte de las Fintech para que los usuarios puedan “probar” sus productos, algo similar a las promociones que vemos muchas veces en los supermercados. Escasean ofertas realmente atractivas para que los usuarios puedan optar por las mismas y quebrar estas barreras que se imponen en la toma de un crédito por internet.
A su vez, es casi nula la integración entre los distintos actores del mercado, a pesar de que el Banco Central de la República Argentina (BCRA), como regulador, está lanzando a velocidad crucero iniciativas que fomentan la innovación en el mercado. Existe un reciente acuerdo entre el BCRA y el Registro Nacional de las Personas (RENAPER) para poder intercambiar datos entre ambos entes públicos. En un futuro no muy lejano, esto se traducirá en que podamos dar de alta una cuenta bancaria de manera online simplemente validando la información que se encuentra almacenada en el organismo público. Pero no se trata de algo completamente nuevo, algunas entidades financieras ya lo están haciendo, pero almacenando ellos mismos esta información. Entonces, lo que seguramente sucederá es que próximamente todo confluirá en un solo gran repositorio.
Hoy hay muchas buenas intenciones tanto del ecosistema Fintech como del regulador, pero ahora hay que avanzar hacia una alineación de esfuerzos por parte de los distintos participantes de este mercado, como así también, un intercambio de información que, junto a promociones realmente atractivas, promueva que los usuarios finales incursionen estas tecnologías, a través de una experiencia diferencial. Éste será el ejercicio que veremos en los próximos meses en el mercado, y quién dice, quizás muy pronto estemos expuestos a una página - o web page - entera en algún diario con las ofertas de las distintas Fintech. (Télam)