No se pone el casete ni apela a esas frases acartonadas que redundan en el mundillo del fútbol. Walter Busse siempre va al frente en la cancha o ante los micrófonos. No se achica y busca la vuelta de tuerca necesaria que cambie la ecuación.
Quizás por ese ánimo de intentar mejorar siempre, Diego Cagna decidió incluirlo entre los titulares en la práctica de fútbol que el plantel realizó pensando en el duelo de mañana contra Mitre, de Santiago del Estero.
“Ahora estoy muy bien. Me tocó llegar con un parate de un mes y medio y, la verdad, es que me costó ponerme a punto. Pero me siento muy bien y si el entrenador te da la oportunidad es porque te ve bien. Espero aportar mi granito de arena y mi experiencia”, confiesa el volante en diálogo con LG Deportiva.
La anemia futbolística que San Martín mostró en las últimas jornadas quizás pesó para que su inclusión se caiga por decantación. El salteño pone el pecho y apuesta a más. “Tengo que hacerme cargo del equipo a la hora de darle juego”, admite el ex Gimnasia de Jujuy, Independiente y Sarmiento de Junín, entre otros equipos, explicando que con un plantel de jerarquía todo es más sencillo. “Siempre digo que es fácil jugar al lado de futbolistas que piensan. Y nosotros tenemos jugadores inteligentes. Es cierto que en el fútbol se necesita de todo un poco, pero la variedad que tiene este grupo es muy importante”.
El estilo que pregona Cagna es en base a tenencia y buen juego. Por eso siempre apuesta a un mediocampo “livianito” con mucha vocación ofensiva. Pero Busse intenta explicar que eso no significa que el equipo no tenga marca. Todo lo contrario.
“Todos marcamos. Quizás el que ve desde afuera piensa que marcar es quitar la pelota y no es así. Cuando el rival da pases para atrás es porque el equipo está marcando bien. Capaz que un jugador hace el esfuerzo y otro termina recuperando la pelota. No somos un medio de marca, pero tenemos jugadores con dinámica que intenta llevar a su rival a cometer un error”, afirma y decide respaldar sus palabras con hechos. “Somos unos de los equipos más sólidos defensivamente del torneo y eso es clave porque soy de los que piensan que los equipos deben armarse de atrás para adelante”, sostiene.
Pero en el fútbol, además de defender hay que atacar. Por eso buscan agregarle buen juego y goles a esa estructura sólida para poder darle a San Martín el salto de calidad que todos esperan en Bolívar y Pellegrini. “Debemos comenzar a convertir y eso va a llegar porque tenemos jugadores desequilibrantes. Estoy ilusionado. No tengo dudas que vamos a andar bien en este campeonato”, insiste.
El duelo ante los santiagueños es casi una final. El “Santo” necesita un triunfo para volver a prenderse en el lote de arriba y para demostrar que los tres empates en fila fue un tropezón en el largo y extenuante camino a la gloria. “Es un partido importante y si lo ganamos será un lindo envión desde lo anímico”, remata Busse, que quiere comenzar a acumular méritos para meterse en la pelea de arriba. “Es obvio que yo quiero ganar y punto. Pero si tenés una línea de juego y un estilo seguramente vas a estar más cerca de la victoria. Hay que jugar bien y comenzar a hacerse fuerte en todos los aspectos”, concluye.
Busse asume el desafío de corregir el déficit ofensivo del equipo. Sabe que puede hacerlo con su juego y su experiencia. Mañana tendrá la chances que esperaba.