Supuestos policías usaron un falso testigo para hacer un allanamiento ficticio y robar en una casa
“Todos los habitantes de la cuadra pensábamos que eran ladrones”, aseguró Andrade, la víctima, quien denunció el operativo irregular. Los acusados pertenecen a la seccional 5°, los mismos que estuvieron involucrados en otro caso similar. Violento accionar.
“No duermo desde esa noche”, dijo Carlos Andrade a LA GACETA. El momento al que se refiere ocurrió el martes de la semana pasada, cuando un grupo de policías le dijo que debían allanar su casa de la calle Perú, en el barrio El Bosque. “Se llevaron $ 11.000, un equipo de música, un ecualizador, una guitarra, un parlante, documentación personal y una escopeta que tengo para protección, con su correspondiente documentación”, agregó el entrevistado.
Un día después, tres efectivos ingresaron a una casa de El Cadillal de la misma forma y robaron dinero en efectivo y pagarés; se cree que serían los mismos. Por ese caso ya hay dos efectivos de la comisaría Vª detenidos, por orden del fiscal Diego López Ávila.
Por el caso de El Cadillal, la Justicia ordenó la detención de dos uniformados en actividad
Según le comentaron los vecinos a la víctima del primer robo, los policías andaban merodeando la zona desde las 18, pero finalmente pudieron ingresar a la casa a las 23, cuando llegó el propietario. Si bien Andrade asegura que sólo pudo ver a dos, se cree que habrían sido más. Algunos testimonios indican que podrían haber sido unos cinco que se movilizaban en un auto blanco sin chapa patente y en una moto Honda Falcon color negra.
“Todos en la cuadra pensaban que eran ladrones por cómo se estaban moviendo, de forma muy sospechosa. Empecé a dudar de que fueran efectivos porque estaban vestidos de civil y en un auto particular. Dijeron que tenían una orden de allanamiento, pero yo desconfiaba y no los quería dejar pasar; era muy tarde y no les creía, con todas las cosas que están pasando. Ellos estaban prepotentes, me querían intimidar. Uno me ordenó ‘me vas a abrir la puerta’ y entonces me fui para atrás”, agregó el dueño de casa.
Rompieron la verja
Andrade en ese momento ingresó a la vivienda, le gritó a su padre que se resguardara y ambos se fueron por el fondo a la casa de un hermano que vive al lado. Desde allí escuchó cómo destrozaban el portón de su casa. “No tenían por qué entrar. Estudio y trabajo, no tengo problemas con nadie. Empezaron a sacar las cosas y a subirlas en el auto. Llamamos a un abogado, pero cuando llegó, los policías ya se habían ido”, detalló.
“Toda la seccional 5° está siendo investigada”
Entre los elementos que se llevaron había algunos que habían sido comprados ese mismo día, como la potencia y el parlante. Vecinos dijeron que no se llevaron un televisor porque no les entró en el baúl del vehículo.
Desde la casa de su hermano, Andrade pudo ver que los intrusos tenían handies que modulaban en la frecuencia policial y que incluso habían llevado a un testigo para que viera el supuesto procedimiento. “Pero lo trajeron de otro lado”, afirmó. De hecho, según señala la denuncia que presentó en la Justicia, al testigo “no lo dejaron observar cuando hacían las requisas”. Por su parte, la víctima dijo tener como testigos a varios vecinos de toda la vida que vieron la escena.
Coincidencias
Antes de abandonar la casa, los efectivos le dijeron a Andrade: “somos de la comisaría 5a; andá para allá”. Se trata de la misma seccional en la que prestaban servicio los dos policías detenidos la semana pasada por cometer un ilícito en El Cadillal. Justamente, esa fue la causa que investigó el fiscal López Ávila. Ahora, según confiaron fuentes judiciales, avanzará con este hecho.
Andrade, pese a las advertencias que le realizaron los uniformados, radicó la denuncia en la comisaría 6a. “No podría decir que son las mismas personas las que cometieron los robos, pero podría ser”, acotó.
En cuando a las actas oficiales, el hombre dijo que no le permitieron leer el fallo que ordenaba realizar la medida, y que en la que se realizó luego del supuesto allanamiento sólo se dejó asentado el secuestro de la escopeta.