¿Habrá que acostumbrarse a que los partidos entre los candidatos a los ascensos muestren el nivel futbolístico observado ayer en La Ciudadela?
Aquellos que se dieron cita al estadio de Bolívar y Pellegrini esperaban que tanto San Martín como Aldosivi a la luz de los antecedentes de ambos, pudieran elaborar un partido plagado de situaciones de méritos. El visitante porque llegó con la chapa de líder tras un arranque arrollador. El local porque se armó para pelear arriba y buscar el ascenso. Pero nada de lo que se esperaba apareció sobre el campo de juego. El 0-0 califica el rendimiento de los dos conjuntos, que defraudaron a la multitud que se llegó a La Ciudadela.
Los 90 minutos se pueden resumir a un jugada: a los 15 minutos del primer tiempo, Ignacio Arce se lució al mandar al córner un remate de Fernando Telechea. Eso fue lo más peligroso que se vio en todo el partido.
Tal como aconteció en la fecha anterior frente a Independiente Rivadavia, San Martín careció del equilibrio futbolístico para destrabar el cotejo ante un adversario que vino con un planteo predeterminado y lo cumplió al pie de la letra.
Desde el comienzo San Martín trató de hacerse dueño de las acciones con Sebastián Prediger como el hombre encargado de manejar la pelota. Los problemas del local se acentuaban porque el ex jugador de Belgrano de Córdoba no encontraba el socio ideal para progresar en el campo de juego.
Sin ideas futbolísticas
Extrañamente, en el encuentro de ayer, Matías García, que es el habitual generador de juego del “Santo”, se mostró errático en su labor y nunca llegó a tener preponderancia en las acciones. San Martín lo sintió porque se quedó sin ideas claras para alimentar a sus delanteros. Estos, se debatieron en soledad, ante una defensa que nunca se complicó.
El técnico Diego Cagna tendrá que buscar alternativas para mejorar la elaboración de juego de mitad de cancha hacia adelante. El recambio que el equipo tuvo respecto a la temporada pasada todavía no rinde los frutos esperados. Eso se notó en los dos últimos partidos.
San Martín luce sólido en la última línea. Eso le permite a Arce tenga tener la valla invicta en las tres primeras presentaciones en el certamen. Pero la contracara es la ofensiva. A los jugadores les cuesta desplegar el juego asociado que se espera de un conjunto protagonista. Eso hace que juegue lejos del arco adversario.
Sebastián Moyano pasó ayer una tarde tranquila, como pocas veces se pudo observar a un arquero que visitó La Ciudadela. Eso preocupa a los hinchas y obliga al cuerpo técnico a ocuparse urgente para encontrar la solución.