BUENOS AIRES.- ¿Cómo calificar un partido que no fue tal? ¿Cómo explicar que Jorge Wilstermann le haya convertido tres goles a River hace una semana y ayer casi no haya pateado al arco?
La actuación que todos soñaban en Núñez se hizo realidad. Al “Millonario le sobró más de un tiempo. Le bastaron poco más de 30 minutos para sacarse de encima a un equipo que pareció haberse quedado en Bolivia. Fue 8 a 0, pero pudieron haber sido muchos más. Muchísimos más.
Los dirigidos por Marcelo Gallardo tuvieron en Ignacio Scocco a su ancho de espadas. El delantero que llegó para hacer olvidar a Lucas Alario cumplió con su cometido. Marcó cinco goles para (los tres primeros en 19’ para anotarse como el tercer hat-trick más rápido de la historia de Copa Libertadores) para catapultar a River a semifinales.
Enzo Pérez marcó dos tantos y el restante fue obra de Ignacio Fernández. En un remontada épica de River. Y así como la reacción al duro golpe sufrido en Cochabamba fue una gran muestra de carácter del “Millonario”, lo de Wilstermann fue un papelón histórico, que será recordado por mucho tiempo en la historia del máximo certamen continental.
Entre el primer partido y la revancha de ayer se habló demasiado. Los bolivianos calentaron el ambiente y hasta se victimizaron. Es cierto que también hubo acciones repudiables como la agresión de hinchas de River a los simpatizantes del “Aviador”.
Pero los bolivianos se enfrascaron en lo extradeportivo y se olvidaron que quedaban 90’. Tiempo que le sobró a un River súper lúcido, que fue una tromba y se llevó el premio que buscaba. (Especial)