Llevaba dos días en Tucumán y todavía no había podido conocer San Javier. Eran las 23 del viernes, cuando el chofer que lo trasladaba hasta el hotel decidió desviar el camino hacia Yerba Buena y luego lo llevó hasta El Cristo de la cumbre. Álvaro Cabo Ciudad quedó deslumbrado por el paisaje nocturno desde las alturas. “Esta capital es muy bonita -dijo- y me encantó conocerla desde arriba, aunque hacía mucho frío”.
El adolescente de apenas 14 años conquistó a miles de seguidores en España y en varios países de Latinoamérica. A los 11 años la fama le abrió las puertas cuando en la televisión española lo anunciaron como un personaje que había escrito un libro, sabía kung fu, y además tenía un blog. El libro se titula “Ser inteligente no es un delito” y le sirvió para trascender las fronteras de su país.
“Elegí ser marca y no mercancía” es el lema que presentó en su mensaje ante un auditorio repleto de jóvenes, durante el encuentro G21 que se realizó en el Congreso Internacional de Educación. “En Tucumán me he sentido muy querido, la gente me ha recibido con los brazos abiertos y me encantaría volver en el futuro”, sostuvo durante una entrevista con LA GACETA. “En el campo educativo me ha llamado la atención la diferencia que tenemos. En España notamos muy poca iniciativa, pero sí tenemos medios; en cambio aquí hay menos medios, pero hay muchas más iniciativas y ganas de crecer, cosa que en España falta”, resaltó.
Al final de su exposición en el G21, Álvaro recibió un aluvión de fanáticos, la mayoría mujeres, que intentaban obtener una foto y un autógrafo. “Me han escrito mucho en las redes sociales diciéndome que les he marcado mucho, que gracias a mí han descubierto la pasión por la lectura y entonces creo que eso es un orgullo”, explicó.
La conferencia duró una hora y admite que, en España, ese tiempo hubiera sido imposible, y que estuvieran quietos y prestando atención como ocurrió en Tucumán. “Creo que tenemos un gran reto por delante y es unir las nuevas tecnologías -dijo- con los chicos; nosotros entramos en el colegio viniendo de un mundo de móviles (celulares); tenemos acceso a todo tipo de información y entramos en un colegio lleno de libros, apalancado en el siglo XIX y muy poco del siglo XX; por eso tenemos ese gran reto de unir los tres siglos”, agregó.
EL EXPOSITOR MÁS JOVEN. Es español y tiene 14 años. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO.-
Asegura que creó su blog para representar a las miles de voces que no les gusta cómo está el sistema educativo en España. ¿Y qué significa el lema “elegí ser marca y no mercancía?. “Creo que los adolescentes, alrededor del mundo, no tenemos la importancia que merecemos; somos el futuro, dentro de 20 o 30 años, como se dice en España somos los que vamos a pagar las jubilaciones, y creo que en los medios de comunicación no existe una ventana donde se escuchen nuestras inquietudes -precisó-. Entonces los jóvenes tenemos que salir a las calles a manifestarnos y decir: no somos mercancía, no somos el objeto de la publicidad, somos la marca y los que marcamos tendencia”.
Es miembro de la red mundial de conferencista, publica en el diario La Razón (España), y se ha convertido en un referente de emprendimiento y liderazgo. “El aula del futuro tiene que ser algo más parecido a un sitio donde intercambiamos valores, donde nos relacionamos con el mundo, pero no tenemos que ser ovejas, y con eso me refiero a la mercancía, sino que tenemos que ser tigres que marcamos tendencia -enfatizó-. Somos los que marcamos la moda y necesitamos que se nos vea como personas preocupadas por la economía, por la política y por la educación”.
> Se bajó el telón a tres días de intensos debates
El acto de cierre se realizó en la sede del Club Caja Popular
Fueron más de 17.000 los inscriptos para el Congreso Internacional de Educación, que durante tres jornadas y en distintas sedes propuso disertaciones, mesas panel y foros con la participación de expertos de todo el mundo. El español Francisco Uceda y el ministro de Educación de la provincia, Juan Pablo Lichtmajer, fueron los últimos oradores del encuentro.