Durante el debate por la cobertura del escaño que dejó vacante Lisandro Argiró para asumir como funcionario del Ejecutivo municipal, el titular del Concejo, Benjamín Zelaya, manifestó que la Presidencia del Cuerpo no había sido notificada del fallo judicial favorable al radical Rodolfo Aranda, que reclama ocupar esa banca desde hace 11 meses. Poco después, los ediles Javier Jantus, Marcelo Rojas y José Macome (afines al proyecto político del intendente Mariano Campero) se retiraron.
Cuando esto ocurrió, el macrista Pedro Albornoz Piossek dijo que él, durante los cuatro años en los que fue concejal durante la intendencia del peronista Daniel Toledo, jamás se levantó de su banca. “No hay que faltarle el respeto a la gente, que nos paga para que estemos en una banca. Seguramente, si hubiésemos estado tratando el emprendimiento de Frías Silva (en referencia a una urbanización especial), se quedaban. Son lobbistas. Vinieron a la política para hacer lobby”, denunció.
En una de sus intervenciones -y también luego de que los camperistas se marcharan-, el radical Lucas Cerúsico dijo que percibe un “espíritu fáctico” en el gobierno municipal. “Si algo no les gusta, se van. La otra vez, voltearon una sesión con gente que va a la Iglesia (en referencia a la deliberación de fines de julio, en la que estuvieron funcionarios de Campero y vecinos que simpatizaban con Jantus y Aranda, y que acabó en escándalo). Ellos se creen seres superiores. Su estrategia ha sido demonizarnos”.