El papa Francisco tuvo un pequeño accidente en su visita a la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, lo que le provocó un corte en la ceja izquierda y un hematoma en el pómulo.
El Sumo Pontífice se golpeó a la llegada del barrio de San Francisco con el parabrisas del papamóvil, cuando quiso ir a saludar a un niño. Horas más tarde, al mostrarse ante las cámaras, las heridas de su rostro quedaron en evidencia.
"Fue solo un momento, fui allí para saludar a los niños, no vi el cristal y boom", dijo Jorge Bergoglio y le restó importancia al accidente.
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Al hablar con un periodista argentino, Francisco utilizó una expresión muy usada en Buenos Aires: "tengo el ojo como compota".