La película tuvo final feliz. En la historia del Campeonato Argentino de Rally, se dio que haya habido pilotos tucumanos en lo más alto. Pero eso pasó mientras corrían en distintas categorías. Nunca antes, arriba de una clasificación general, hubo dos de los nuestros en los primeros dos lugares. El mérito les corresponde a Tomás García Hamilton y a Gerónimo Padilla, artífices de un 1-2 que pasará a la historia.
“Llegué muy feliz a la asistencia. Y cuando me bajé del auto, fue una locura. Ni comer pude por varias horas de lo tremenda que fue la repercusión por lo que logré” contó “Tomy”.
El yerbabuenense se perfiló el sábado como candidato a la victoria en la fecha 7, cuyo centro operativo fue Monteros. Para para el cierre de la prueba, denominada “Cuna de la Independencia”, restaba una segunda etapa “venenosa”: asfalto, con lluvia y niebla, por el cerro San Javier. La descripción que hizo el ganador sobre el reto dominguero da fe de lo duro que resultó todo: “fue de las más difíciles carreras que tuve. Correr en el asfalto, encima mojado y con barro, fue toda una experiencia. Igual, siento que estuvo muy lindo. La incertidumbre por lo que podría pasar, ya que los neumáticos no son para asfalto, se hizo sentir. Si van mal en asfalto seco, ni hablar en el mojado. Pero no perdí la fe en mis posibilidades. El auto derrapaba, pero no podía andar a los volantazos, porque en el asfalto eso es para perder. Y en este piso, cuando se lo pierde al coche, no se lo trae más al camino. En la tierra se puede derrapar, aquí no. Iba con mucha precaución. En la subida de San Pablo a Villa Nougués, tramo que me gusta más, iba más cómodo. Ahí me apuré todo lo que pude, para bajar más tranquilo desde San Javier. Fue dificilísimo hacerlo, pero salió todo perfecto.”
Queda claro que un terreno sin grip para correr es como hacerlo sobre jabón. Las autoridades debieron cancelar un prime por ello, y a un segundo lo suspendieron luego de que el catamarqueño Augusto D’Agostini, que venía 4°, se pegó con su VW Gol contra la montaña, en la zona de El Rulo. El piloto y su navegante (Javier Montero) fueron asistidos con premura. Y la carrera tuvo una obligada pausa.
“Nunca pensé que iba a ganar con este auto en mi segunda carrera. No lo esperaba, ni yo ni nadie. Ser protagonistas de esta manera fue toda una sorpresa. En el equipo eran conscientes de los tiempos que lleva adaptarse a un auto. Que haya pasado tan rápido fue sensacional”, analizó el vencedor.
Lo que hizo fue letal: ganó seis de los diez primes disputados y dio señales de solvencia desde el principio. El de la general de Maxi Rally no fue su único triunfo, ya que también quedó en lo más alto de la Copa Maxi Rally, en la que superó a Nicolás Cadamuro y a Gonzalo Monarca. Un detalle: su éxito también le permitió el primer gran festejo a su equipo en una general.
García Hamilton, con el VW Gol Trend MR turbo del equipo CGR, navegado por el santiagueño Luis Catálfamo, ganó con un tiempo de 1h.15’49”2/10. Padilla (Peugeot 208 MR turbo, del equipo Baratec y con el cordobés Nicolás García a su lado), terminó a 36”. Culminó 3° el puntano Miguel Baldoni (Ford Fiesta), que llegó a 42”3/10.
“Lo del podio fue una experiencia única, inédita para el rally de Tucumán. En mi caso, incluso tuve otro logro: nunca antes un piloto de la Copa Maxi Rally ganó una general del Nacional. Le agradezco a toda la gente que fue a los caminos, a quienes me apoyan para poder correr, a mis amigos y mi familia. En especial a mi papá, que me transmitió este amor por el rally. Aunque él ya no está, comparto con él esta alegría que tengo”, se emocionó “Tomy”.
Llegó al final de la carrera con una sonrisa de oreja a oreja, pero también con una preocupación: ver lo más pronto posible a su bebé, Delfina, que estuvo con fiebre todo el fin de semana.
Gerónimo Padilla, con su 2° lugar en la general, dio un gran paso en el certamen de Maxi Rally, que otra vez lidera. Con el resultado puesto, dijo: “en esta carrera, logré lo que quise. El punto de inflexión fue ver a Marcos Ligato al borde del camino el sábado. No es una cosa que pase en todos los rallies. Finalmente logré el objetivo de quedarme con muy buenos puntos para el campeonato y recuperar la punta.”
“Gero” estaba locuaz. “Salí con un ritmo precavido y aún así me sorprendió una curva en la subida a Villa Nougués; el auto hizo unos firuletes, por suerte sobre el asfalto. De tanta precaución, Miguel Baldoni se me acercó en los tiempos. En la segunda pasada aceleré un poco más para neutralizar el ataque. Me gustó la etapa en el asfalto. Salió bien todo, pese a que la superficie estaba muy patinosa. Manejé suave, sin atacar, manteniéndome en el camino.”
En el final, palabras para sus victoriosos colegas tucumanos: “Felicité a ‘Tomy’ y a su equipo por la muy muy buena carrera que hicieron. Fue muy lindo estar juntos en un podio, como también lo fue ver ganar a Pablo Morán. Lo que pasó es algo muy bueno para el rally de la provincia.”