El destino pareciera estar ensañado con Florencia Lazarte. En febrero de 2014, su hermano Roberto, que era cabo de policía y que prestaba servicios en la ex Brigada de Investigaciones, murió por las heridas que le provocó un grupo de jóvenes cuando intentó evitar un robo en el barrio Policial III. Tres años después, el padrastro de su novio, el cabo José María Concha fue asesinado en un asalto. La noticia la conmocionó y no dudó en mostrar en las redes sociales su lado más humano para solidarizarse con la familia de la víctima. Explotó en las redes sociales cuando descubrió que Patricio Alarcón, el mismo que espera ser enjuciado por el crimen de su ser querido, habría estado involucrado en el homicidio de otro uniformado. “Sólo estoy aquí. No puedo creer lo que pasó. Como se dice ahora, sólo ando”, insistió.
“Creo que es hora de que la sociedad despierte, que asuma un compromiso. Acá no hacen falta nuevas leyes, sino que se las haga cumplir como corresponde. La Justicia no puede mirar hacia otro lado. Eso la gente lo tiene que entender de una vez por todas. Y una de las primeras cosas que debe hacer es sumarse a las marchas con las personas que sufren por todos los delincuentes”, indicó en una charla con LA GACETA la joven de 19 años que trabaja en la actividad privada y que prefiere no ser fotografiada por temor a recibir represalias.
El presunto asesino del policía es hijo de un "pesado" que está en Villa Urquiza
El caso de su hermano fue investigado por el ex fiscal Guillermo Herrera. Lazarte comentó que la División Homicidios detuvo a cinco acusados (uno está prófugo) y dijeron que Alarcón, que tenía 16 años, era el principal sospechoso. El adolescente fue internado en el Instituto Roca y permaneció allí varios meses hasta que un juez de Menores ordenó que sea liberado. La causa fue elevada a juicio y, según contó la joven, hace más de 18 meses espera saber qué sala realizará el juicio contra los imputados.
“No le puedo decir las cosas que sufrimos todo este tiempo. El juez que tomó esa decisión nunca nos quiso dar una audiencia para explicarnos por qué habían dejado en libertad a ese chico. Para colmo, su familia vive a tres cuadras de la mía y durante meses vivimos amenazados. Ahora le preguntaría qué opina de haberlo dejado libre. Encima el último abogado que contratamos falleció hace poco y le habíamos pagado todo para que llevara el caso a juicio”, dijo.
La joven no sólo les pidió más compromiso a los funcionarios judiciales, sino también a los miembros de la sociedad. “Acá en Tucumán se roban motos porque existe un mercado negro. Hay personas que compran las motos o las partes que fueron robadas. Tienen que darse cuenta de una vez por todas de que esas cosas le fueron hurtadas a alguien y quizás lo mataron para hacerlo. Es fácil reclamar a la Policía o a la Justicia; es más difícil evitar recurrir a cosas robadas porque son más baratas”, concluyó.
Números
Las estadísticas le dan la razón a Lazarte. En la provincia la muerte viaja en moto. Y no por la cantidad de accidentes que se registran en el territorio, sino por el número de personas que fueron asesinadas para robarles el rodado en el que se desplazaban. Representan más del 75% de las víctimas que perdieron la vida en un asalto. Además, estos casos representan casi el 50% de los tucumanos que fallecieron en situaciones de robo.
En lo que va del año, según los casos que publicó LA GACETA, hubo 12 personas a las que les arrebataron su existencia durante un atraco. De ese número, a nueve les quisieron quitar la motocicleta (ver lista “Todos los casos”). Las otras víctimas fueron Andrés Díaz Reyes (le robaron los animales en Burruyacu), Martín Oreste (atacado para quitarle el auto en El Cadillal) y Héctor Ramón Herrera (fue asaltado en su carnicería en el sur de la ciudad). A diferencia de años anteriores, no se está cumpliendo el promedio de un caso de estas características por mes.
Siempre según la misma base de datos, en este 2017, al menos 25 tucumanos fallecieron en situaciones que están vinculadas a robos. Las personas que fueron víctimas de asaltantes representan casi el 50% del total, ya que llegan a 11. Le sigue, con ocho fallecidos, la lista de supuestos ladrones que fueron abatidos por sus propias víctimas. Por último, cinco comprovincianos perdieron la vida por tratar de impedir que se concrete un asalto.
Uno de los detenidos por el crimen de Concha habría participado del asesinato de otro policía
En los casos de las víctimas a las que mataron para robarles la moto, hay varias particularidades. Todos fueron hombres. Tres policías fueron víctimas y más de la mitad de los casos se produjeron fuera de la capital, pero sus autores viven en San Miguel de Tucumán. “Eso nos está indicando que los asaltantes están buscando lugares que no son vigilados para cometer los ilícitos”, dijo un investigador, que ponderó que de los 11 casos, ocho fueron esclarecidos.
Más pruebas en contra de los sospechosos
El fiscal Claudio Bonari recibió resultados de dos estudios que complicarían la situación procesal de Patricio Alarcón y de Franco Álvarez, los principales sospechosos del crimen del cabo José María Concha. Según trascendió, a ambos les dio positivo la prueba que sirva para demostrar que manipularon armas de fuego. También, de acuerdo a la versión aportada por fuentes judiciales, a los dos le encontraron restos de cocaína, marihuana y psicofármacos en el análisis toxicológico a los que fueron sometidos. Por otra parte, ayer se confirmó que la Justicia ordenó su detención. Aún siguen internados en el Centro de Salud.
Hubo 90 homicidios en lo que va del 2017
En nuestra provincia, según los casos que se publicaron en LA GACETA, se produjeron unos 90 homicidios en lo que va del año. Si se mantiene la tendencia de más de 10 crímenes por mes, después de tres años consecutivos, se incrementarían este tipo de casos. Según el informe que brinda la Corte Suprema de Justicia, en 2013 hubo 112, en 2014 se registraron 111 y en 2015 se cometieron 105. Aún no se difundieron los números de 2016. El trabajo, según se informó, se elabora con los datos que aporta la policía y desde el Poder Judicial se chequea con los expedientes que hay en cada fiscalía. Los resultados son enviados a la Nación.
Buscan pruebas por la muerte del rondín
Al cierre de esta edición, personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Hugo Cabezas y Daniel Cuellar, allanaban varias viviendas para esclarecer el caso del rondín que murió al haber recibido un disparo en la cabeza en el barrio Barrancas del Salí. En un principio, se pensó la víctima, identificada como “El Negro José”, había perdido la vida de manera accidental. Sin embargo, en las últimas horas recibieron declaraciones que tirarían por tierra esa versión. Por ese motivo, el fiscal Claudio Bonari solicitó que se hicieran unas medidas para confirmar o descartar algunos indicios. Hasta el momento, la Policía detuvo a un padre y a su hijo por este caso.