“Pablo Pineda es el Messi del Síndrome de Down. No puedes pretender que tu hijo sea Messi. No desees tener un Pineda en casa. Sería mucha exigencia para él, y sufrirían todos. Lo que puedes esperar es que tu hijo con Síndrome de Down sea un ciudadano normal: que sea autónomo, que maneje su celular, que vaya a un trabajo adaptado a sus características, que salga con amigos y que se sienta bien consigo mismo y con los demás”. Esta es la postura del profesor de Educación Básica y psicopedagogo español Emilio Ruiz Rodríguez. El experto alienta la estimulación temprana, pero advierte el peligro de los padres de caer en falsas expectativas.
Entre los grandes adelantos pedagógicos para los niños con Síndrome de Down, las TICS ocupan un lugar fundamental. “Las nuevas tecnologías son una herramienta fabulosa. Manejar una computadora para uno de estos chicos es más cómodo, práctico, más fácil de corregir y ofrece grandes posibilidades. Mientras un chico tarda cinco minutos en escribir su nombre con un lápiz, en la computadora con sólo apretar unas cuantas teclas puede escribir una frase completa”, afirma.
En el tiempo de ocio la tecnología ocupa un lugar fundamental porque es una herramienta inclusiva y de nivelación social, dice. “El chico que en los recreos no encontraba amigos para jugar al fútbol, con la tecnología lo puede hacer muy bien e interactuar con sus pares de igual a igual. La música también es una forma de nivelar, tiene potencialidades educativas increíbles”, afirma. Además, señala que a los dos o tres años los niños con Síndrome de Down ya están manejando la tecnología. “Pero cuidado: los peligros de la tecnología son los mismos para todos los chicos por igual”, sostiene.