Tucumán de Gimnasia liberó un grito que estaba atragantado hace 13 años. El equipo que dirige Marcelo Díaz gritó campeón al ganar el tercer partido de la serie final (2-1) de la categoría A-1 masculina. Los “albicelestes” vencieron a Monteros Voley por 3 a 1, con parciales de 26-28, 25-16, 25-21 y 25-17 y volvieron a conquistar un título de la Federación Tucumana, algo que no concretaban desde 2004.
Como el viernes por la noche, la cancha de Córdoba 1.180 tuvo un marco ideal a la altura de una final. Además de las delegaciones que visitaban la institución por la disputa del Regional Sub-13, las hinchadas de ambos equipos pusieron un entorno muy festivo.
Los protagonistas se contagiaron con ese entusiasmo y otra vez dieron un buen espectáculo deportivo. Las acciones comenzaron muy parejas, por lo que el primer set se definió para el visitante por errores mínimos. En el segundo parcial, el desarrollo cambió drásticamente a favor del nuevo campeón. Juan Pablo Abuin, que se había destacado en el encuentro anterior, volvió a ser determinante, pero el mismo punta consideró que lo pudo ser gracias a sus compañeros. “Sí, tuve la suerte de tener un buen rendimiento en el partido anterior, pero en el último fuimos más equipo que nunca”, resaltó Abuin. “Nos sirvió ganarles y por eso estábamos más convencidos. Esta vez, el juego no sólo pasó por las puntas, se distribuyó mucho más por esa confianza que teníamos”, analizó el lungo de rastas.
Luego de perder una buena cantidad de partidos ante Monteros Voley, Tucumán de Gimnasia aprendió la lección. Así lo consideró Díaz. “Veníamos mostrando que podíamos, pero nos faltaba ese plus para hacer la diferencia en los partidos cerrados y eso, por fin, es lo que se dio”, reconoció el DT.
En Tucumán de Gimnasia fue fundamental la defensa y la reconstrucción del punto, mientras que Monteros Voley dependió demás de sus destacadas individualidades.