BARCELONA- El principal sospechoso del atentado del jueves en Barcelona es uno de los presuntos terroristas abatidos horas después por agentes en la localidad de Cambrils, informaron varios medios españoles en el día en que España manifestó su repulsa a los ataques que dejaron 14 muertos y 126 heridos en Cataluña. Podría tratarse, según los diarios “El Mundo” y “El País” y la televisión pública TVE, de un joven de 17 años llamado Moussa Oukabir. Se investiga si conducía la furgoneta que atropelló el jueves a decenas de personas en el bulevar de Las Ramblas de la capital de la región de Cataluña.
Según medios nacionales, varios de los cinco terroristas abatidos en Cambrils, una localidad situada al sur de Barcelona, son los sospechosos que buscaba la Policía.
Los atentados dejaron en total 14 muertos -13 en Barcelona y uno en un atropello posterior en la ciudad catalana de Cambrils- y 126 heridos, de los que más de 60 siguen hospitalizados.
Según fuentes oficiales, cuatro personas están detenidas en relación con los hechos. Dos fueron arrestadas el jueves y otras dos ayer. En el ataque de Cambrils, que se produjo después del de Barcelona, la Policía abatió a cinco supuestos terroristas que portaban cinturones de explosivos falsos.
Su identificación es una de las claves de la investigación, que trabaja con la hipótesis de una célula organizada que preparaba atentados con un alcance aún mayor de los del jueves. “Estaríamos hablando de un grupo, no de una o dos personas, sino más numeroso”, explicó a la emisora de radio Onda Cero el responsable de Interior del Gobierno catalán, Joaquim Forn.
España, un país golpeado por el terrorismo de ETA durante décadas y que sufrió en 2004 el peor atentado yihadista perpetrado hasta ahora en suelo europeo con casi 200 muertos y unos 2.000 heridos en Madrid, se despertó ayer en medio de una gran conmoción.
A lo largo de todo el día se celebraron homanajes a las víctimas en todo el país. “¡No tengo miedo!”, gritaron los congregados en uno de los más multitudinarios, celebrado en el centro de Barcelona con presencia del rey Felipe VI y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. “Estamos convencidos de que esta batalla, que es una batalla global, la vamos a ganar”, dijo Rajoy en Barcelona en una declaración institucional ofrecida junto al presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, en una imagen de unidad en medio de la tensión por el proceso soberanista que impulsa la región.
Cientos de personas se acercaron hasta la céntrica Plaza de Cataluña, cercana al lugar del atropello, para dejar allí velas, flores y mensajes de apoyo a las víctimas y de repulsa al terrorismo.
Las identidades de algunos de los fallecidos empezaron a conocerse con el paso de las horas. Entre fallecidos y heridos hay ciudadanos de 34 nacionalidades.
Tanto en Barcelona como en Cambrils, una localidad muy turística, las calles fueron recuperando la normalidad poco a poco.
España está desde junio de 2015 en nivel 4 de alerta antiterrorista. Los responsables de evaluar esa alerta se reunirán el sábado para valorar si se mantiene o se eleva un grado más, hasta el máximo. En los dos últimos años y medio, los agentes españoles han detenido a más de 180 presuntos terroristas en medio de la amenaza yihadista que sobrevuela Europa. (DPA)