elecciones 2017 | la otra realidad
disimulo en la banda del río salí y en alderetes
taxis de capital con el reloj apagado en las cercanías de las escuelas
Aunque intentaron hacerlo con cautela, fue evidente. En las afueras de las escuelas de Banda del Río Salí y Alderetes, taxis, autos particulares y combis sirvieron para movilizar votantes en los dos conglomerados más importantes de la sección 12 del departamento de Cruz Alta.
Desde muy temprano, agentes de tránsito bandeños cortaron los accesos a las escuelas de la ciudad y sólo dejaron acercarse a los vehículos que llevaran personas mayores o con dificultades para trasladarse. Fue así que el perímetro de los centros de votación fue poblado por los encargados de acarrear a los votantes. En su mayoría, eran taxis de la capital y autos particulares, que se apostaron a pocos metros de los accesos. Cuando fueron consultados por LA GACETA, todos los choferes comentaron que estaban trabajando de manera particular. Sin embargo, ninguno tenía prendido el taxímetro. Por lo bajo, confesaban que en estas elecciones no les convenía acarrear votantes porque apenas les ofrecían $800.
una logística a media máquina, que se “lucirá” en los comicios del 22 de octubre
Siendo el distrito de la precandidata a diputada nacional Gladys Medina, esposa del intendente bandeño Darío Monteros, el oficialismo esperaba confiado los resultados de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. La actual legisladora, en uso de su licencia, emitió su voto en la escuela de Comercio, hasta donde fue acompañada por algunos funcionarios del gobierno provincial. Al este de la capital, Banda del Río Salí y Alderetes nuclean alrededor de 100.000 personas habilitadas en los padrones y es uno de los centros peronistas más tradicionales del conurbano tucumano. Allegados a la diagramación de la jornada para los partidos políticos comentaron que la movilización era inevitable. “Forma parte del folclore”, aseguró un viejo operador del PJ, quien reconoció además que el aparato funcionará por completo recién en las generales, previstas para el domingo 22 de octubre. La excusa para justificar el acarreo se centró en la ayuda para aquellas personas que viven lejos de los centros de votación. “Sí tienen que pagar $100 de taxi, no vienen a votar”, advirtieron.
una yerba buena apática
les costó despabilarse a los votantes para acercarse a sufragar
Casi parecía que no iba a pasar nada: a las 9 de la mañana, al cabo de una hora de iniciadas las votaciones, el patio del colegio San Patricio, en la avenida Aconquija al 600, era una desolación. “Apenas seis personas han venido”, comentaban las autoridades de la mesa 3.132. Pero a las 9.30 -como si hubiesen puesto sus despertadores al mismo tiempo- aparecieron los electores. Unos tras otros, atravesaban los pórticos de madera de esa institución educativa. Entonces sí, los cafés de los fiscales y vocales quedaron, humeantes, al costado de sus planillas.
- Me vine con pantuflas- le conversaba una mujer a otra.
- Tanto candidato veleta. ¿De dónde habrán salido? ¡Qué vergüenza! -se oía decir a un señor.
En la escuela Justiniano Frías Silva, en San José, los votantes también se quedaron dormidos. Y es que en estas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) tardaron en aparecer los electores, en comparación con las votaciones generales de 2015. Eso pudo observarse -puntualmente- en este establecimiento: dos años atrás, a las 11 de la mañana, no había dónde estacionar ni a cuatro cuadras a la redonda. Esta vez, uno podía dejar su auto frente a la puerta de ingreso.
Un presidente y una vocal de mesa -Luciano García y Marcela Moreno, respectivamente- coinciden en dos palabras: “muy tranquilo”. Ambos estuvieron asignados a funciones cívicas en 2015, y recuerdan que esa escuela era un tumulto -como suele serlo, habitualmente-. Esta vez, en cambio, al gélido amanecer lo transcurrieron en una galería frente al sol, para calentarse. No obstante, hacen la salvedad de que, por primera vez, se habilitaron tres centros de votación en esa localidad. Es que los nuevos barrios cerrados situados al norte de la avenida Perón han traído aparejado un incremento de habitantes.
De hecho, la escuela de San José hizo su debut. Eso sí, no tuvo un buen estreno, pues los comicios comenzaron a las 10 debido a un corte de luz. Sin embargo -de acuerdo al relato de Belén Pérez, fiscal general- la gente esperó con calma.
Quién sí madrugó fue María Pía Lorente, quien a sus 16 años estuvo a las 7.30, en punto, en la mesa que le tocó presidir, en el colegio El Salvador, en el casco viejo de la ciudad. “Espero que sea un día emocionante”, se esperanzaba.
más barrios cerrados, más vecinos y más establecimientos para votar
Los nuevos barrios cerrados situados al norte de la avenida Perón han traído aparejado un incremento de habitantes.
De hecho, la escuela de San José hizo su debut. Eso sí, no tuvo un buen estreno, pues los comicios comenzaron a las 10 debido a un corte de luz. Sin embargo -de acuerdo al relato de Belén Pérez, fiscal general- la gente esperó con calma.
Quién sí madrugó fue María Pía Lorente, quien a sus 16 años estuvo a las 7.30, en punto, en la mesa que le tocó presidir, en el colegio El Salvador, en el casco viejo de la ciudad. “Espero que sea un día emocionante, que pasen cosas”, se esperanzaba. El distrito electoral Yerba Buena comprende, además de a esa ciudad, a las comunas de San Javier y de Cebil Redondo. En total, para estas elecciones se habilitaron 19 escuelas. De ese número, 15 se encuentran en el municipio, tres en Villa Carmela y una en San Javier. En los últimos comicios celebrados en la provincia (las generales de 2015), el entonces candidato a la presidencia, Mauricio Macri, había obtenido alrededor de 3.000 votos más que su otrora contrincante, el peronista Daniel Scioli.
Taxis de capital con el reloj apagado en las cercanías de las escuelas
Aunque intentaron hacerlo con cautela, fue evidente. En las afueras de las escuelas de Banda del Río Salí y Alderetes, taxis, autos particulares y combis sirvieron para movilizar votantes en los dos conglomerados más importantes de la sección 12 del departamento de Cruz Alta.
Desde muy temprano, agentes de tránsito bandeños cortaron los accesos a las escuelas de la ciudad y sólo dejaron acercarse a los vehículos que llevaran personas mayores o con dificultades para trasladarse. Fue así que el perímetro de los centros de votación fue poblado por los encargados de acarrear a los votantes. En su mayoría, eran taxis de la capital y autos particulares, que se apostaron a pocos metros de los accesos. Cuando fueron consultados por LA GACETA, todos los choferes comentaron que estaban trabajando de manera particular. Sin embargo, ninguno tenía prendido el taxímetro. Por lo bajo, confesaban que en estas elecciones no les convenía acarrear votantes porque apenas les ofrecían $800.
Una logística a media máquina, que se “lucirá” en los comicios del 22 de octubre
Siendo el distrito de la precandidata a diputada nacional Gladys Medina, esposa del intendente bandeño Darío Monteros, el oficialismo esperaba confiado los resultados de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. La actual legisladora, en uso de su licencia, emitió su voto en la escuela de Comercio, hasta donde fue acompañada por algunos funcionarios del gobierno provincial. Al este de la capital, Banda del Río Salí y Alderetes nuclean alrededor de 100.000 personas habilitadas en los padrones y es uno de los centros peronistas más tradicionales del conurbano tucumano. Allegados a la diagramación de la jornada para los partidos políticos comentaron que la movilización era inevitable. “Forma parte del folclore”, aseguró un viejo operador del PJ, quien reconoció además que el aparato funcionará por completo recién en las generales, previstas para el domingo 22 de octubre. La excusa para justificar el acarreo se centró en la ayuda para aquellas personas que viven lejos de los centros de votación. “Sí tienen que pagar $100 de taxi, no vienen a votar”, advirtieron.
Una Yerba Buena apática
Les costó despabilarse a los votantes para acercarse a sufragar
Casi parecía que no iba a pasar nada: a las 9 de la mañana, al cabo de una hora de iniciadas las votaciones, el patio del colegio San Patricio, en la avenida Aconquija al 600, era una desolación. “Apenas seis personas han venido”, comentaban las autoridades de la mesa 3.132. Pero a las 9.30 -como si hubiesen puesto sus despertadores al mismo tiempo- aparecieron los electores. Unos tras otros, atravesaban los pórticos de madera de esa institución educativa. Entonces sí, los cafés de los fiscales y vocales quedaron, humeantes, al costado de sus planillas.
- Me vine con pantuflas- le conversaba una mujer a otra.
- Tanto candidato veleta. ¿De dónde habrán salido? ¡Qué vergüenza! -se oía decir a un señor.
En la escuela Justiniano Frías Silva, en San José, los votantes también se quedaron dormidos
Y es que en estas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) tardaron en aparecer los electores, en comparación con las votaciones generales de 2015. Eso pudo observarse -puntualmente- en este establecimiento: dos años atrás, a las 11 de la mañana, no había dónde estacionar ni a cuatro cuadras a la redonda. Esta vez, uno podía dejar su auto frente a la puerta de ingreso.
Un presidente y una vocal de mesa -Luciano García y Marcela Moreno, respectivamente- coinciden en dos palabras: “muy tranquilo”. Ambos estuvieron asignados a funciones cívicas en 2015, y recuerdan que esa escuela era un tumulto -como suele serlo, habitualmente-. Esta vez, en cambio, al gélido amanecer lo transcurrieron en una galería frente al sol, para calentarse. No obstante, hacen la salvedad de que, por primera vez, se habilitaron tres centros de votación en esa localidad. Es que los nuevos barrios cerrados situados al norte de la avenida Perón han traído aparejado un incremento de habitantes.
De hecho, la escuela de San José hizo su debut. Eso sí, no tuvo un buen estreno, pues los comicios comenzaron a las 10 debido a un corte de luz. Sin embargo -de acuerdo al relato de Belén Pérez, fiscal general- la gente esperó con calma.
Quién sí madrugó fue María Pía Lorente, quien a sus 16 años estuvo a las 7.30, en punto, en la mesa que le tocó presidir, en el colegio El Salvador, en el casco viejo de la ciudad. “Espero que sea un día emocionante”, se esperanzaba.
Más barrios cerrados, más vecinos y más establecimientos para votar
Los nuevos barrios cerrados situados al norte de la avenida Perón han traído aparejado un incremento de habitantes.
De hecho, la escuela de San José hizo su debut. Eso sí, no tuvo un buen estreno, pues los comicios comenzaron a las 10 debido a un corte de luz. Sin embargo -de acuerdo al relato de Belén Pérez, fiscal general- la gente esperó con calma.
Quién sí madrugó fue María Pía Lorente, quien a sus 16 años estuvo a las 7.30, en punto, en la mesa que le tocó presidir, en el colegio El Salvador, en el casco viejo de la ciudad. “Espero que sea un día emocionante, que pasen cosas”, se esperanzaba. El distrito electoral Yerba Buena comprende, además de a esa ciudad, a las comunas de San Javier y de Cebil Redondo. En total, para estas elecciones se habilitaron 19 escuelas. De ese número, 15 se encuentran en el municipio, tres en Villa Carmela y una en San Javier. En los últimos comicios celebrados en la provincia (las generales de 2015), el entonces candidato a la presidencia, Mauricio Macri, había obtenido alrededor de 3.000 votos más que su otrora contrincante, el peronista Daniel Scioli.